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Analistas 30/09/2022

Llegó la horrible noche

Juan Alberto Londoño Martínez
Ex viceministro de Hacienda

Hace unos días escribí que al Gobierno del presidente Petro debería dársele un compás de espera. Hoy he cambiado de opinión. Creo que el país se encuentra en un momento preocupante y debemos expresar con contundencia nuestro rechazo frente a las amenazas que como sociedad estamos enfrentando, toda vez que los logros sociales alcanzados deben protegerse. Es nuestro deber manifestarnos respetuosamente y dentro del marco de la Ley, ante el ataque frontal en contra de nuestros derechos. Hoy está en riesgo nuestra sociedad. Los innumerables anuncios y la crudeza de los hechos, cada uno más preocupante, nos muestran cómo se están socavando varios de los triunfos sociales que se han construido por generaciones y que nos han costado dolor y sangre, es por esto que debemos protegerlos.

La invasión de tierras en muchos casos auspiciada por las grandes mafias de la guerra y ante la mirada complaciente del Gobierno, su inactividad y justificación, muestran un deterioro del orden público que está generando zozobra en cada uno de los habitantes. El anuncio de permitirles a los narcotraficantes y delincuentes la posibilidad de conservar parte de su fortuna y sus tierras, envía el mensaje de que el crimen paga. La política de la paz total, que otorga estatus político a los delincuentes y destroza los acuerdos de la Habana al negociar con quienes traicionaron el proceso y nuevamente se alzaron en armas, justificando su actuar al mostrarlos como víctimas del Estado, atenta contra quienes creyeron en la paz y contra una sociedad que con esfuerzo ha querido seguir construyendo y trabajando en su perdón. Financiar a delincuentes con el trabajo de unos pocos genera rencor y descontento social.

El discurso estigmatizador del Presidente en la ONU en el que equipara al sector extractivo con el narcotráfico, resulta delirante y bordea el código penal. Criminalizar una actividad lícita, constitucionalmente reconocida y absolutamente necesaria para la supervivencia de la humanidad, la estabilidad económica y la tan necesaria transición energética, se constituye en un atentado hacia la sociedad. Desconocer la importancia de la renta que representa este sector, la generación de empleo y la seguridad energética que nos proporciona, es desconocer que son vitales para alimentarse, comunicarse, movilizarse, así como para financiar la mayoría de los programas sociales e inversiones que nuestra sociedad exige.

Acabar de tajo con nuestro sistema de seguridad social atenta contra el derecho fundamental a la salud, poniendo en riesgo la vida de los más vulnerables. De otra parte eliminar la libre iniciativa privada en el sistema de aseguramiento, acabando con las EPS como sistema de seguros y con los planes la medicina prepagada, además de negarle el acceso al servicio a los ciudadanos, genera mayores costos al Estado que no podrá sufragar y le impone la carga de administrar un sistema frente al cual no tiene la capacidad. Así se perderá nuestra cobertura universal.

Frente a la intensión de apropiarse del ahorro de los trabajadores que cotizan al régimen privado de pensiones, atenta contra su futuro y el de todos los adultos mayores, al desfinanciar aún más nuestro sistema. Los recursos que se gasten hoy en esta materia serán el hambre del mañana cuando el Estado no los pueda soportar. La nacionalización del ahorro individual de los afiliados, es desconocer la propiedad privada y la existencia misma del Estado Social de Derecho.

Ahuyentar la inversión privada al cargar a las empresas y sus dueños con mayores impuestos hace inviable el desarrollo de sus actividades, los impulsa a dejar Colombia y localizarse en otros países que les garanticen su rentabilidad. Encarecer el mercado laboral cambiando la jornada de trabajo, destruyendo empleo formal es socavar las bases de una sociedad.

Es imprescindible que los ciudadanos nos expresemos, nos opongamos y nos manifestemos para que nuestras instituciones protejan la solidez del Estado y defendamos los logros y avances de nuestra sociedad.

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