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Analistas 30/12/2022

Lo damos por hecho

José Joaquín Ortiz García
Presidente de Joyco

¡Se construyen las obras de infraestructura y listo! Pues no, se convierten en un activo más del estado que debe operarse y mantenerse para que no pierdan su valor en el tiempo. La operación tiene que ver con asegurar que el activo se mantiene disponible para prestar el servicio a los usuarios. El mantenimiento, con hacer las reparaciones rutinarias y periódicas con el fin de que no se deteriore aceleradamente.

Estas funciones están en cabeza de miles de personas, quienes día a día, con su esfuerzo, nos permiten hacer uso de vías, aeropuertos, puertos, contar con los servicios públicos de alcantarillado, acueducto, gas, electricidad, acceder a los servicios de hospitales y colegios, y contar con centros de reclusión, entre otros.

En las vías a cargo del Instituto Nacional de Vías (Invías), por ejemplo, el mantenimiento rutinario lo lleva a cabo el personal de microempresas, cooperativas de trabajo asociado, encargados de actividades como la limpieza de las obras de drenaje, la poda de la vegetación y el monitoreo permanente de la seguridad en la vía.

En las casetas de peaje, nos atienden usualmente mujeres que viven en las poblaciones aledañas, cumpliendo esa función necesaria del recaudo para el pago de la infraestructura que ha sido desarrollada mediante contratos de obra pública o concesión. En esos corredores contamos también con la presencia de carro-talleres, grúas y ambulancias, disponibles las 24 horas en caso de necesidad.

El sistema Transmilenio, incluidas sus estaciones y terminales, amanece todos los días limpio y listo para atender a sus más de 1,2 millones de pasajeros diarios. En las estadísticas de oferta y demanda del servicio Transmilenio reporta que tiene a más de 24.000 conductores operativos, empleados por los varios operadores del servicio, en donde también trabajan mecánicos para mantener la flota en óptimas condiciones.

Quizás más visible sea la operación en un aeropuerto, donde tenemos a cientos de personas asegurando que cada viaje ocurra sin contratiempos: personal de despacho, manejo del equipaje, servicios de catering, personal de seguridad, bomberos, servicios especiales, aseo, en fin. Está también el personal de mantenimiento, tanto para actividades rutinarias como el cambio de bombillos, en el edificio y en la pista, como programadas para todos los componentes electro-mecánicos de pasarelas, escaleras eléctricas, aire acondicionado, entre otros.

De lo que nunca nos enteramos, hasta que por alguna razón cortan el agua, es que hay toda una infraestructura detrás del grifo. Desde las bocatomas para el acueducto, pasando por la planta de tratamiento de agua y todo el sistema de tuberías y bombas, para que tengamos agua potable sin falta. Cabe recordar que estos sistemas requieren constante monitoreo y trabajos de mantenimiento preventivo. Lo mismo puede decirse de la infraestructura disponible para la disposición de aguas servidas.

De igual forma ocurre con la infraestructura denominada “social”, que incluye los centros educativos, hospitales, clínicas y centros de reclusión, entre otros. Los técnicos y profesionales de muchas áreas del conocimiento hacen posible que estas edificaciones presten su servicio sin parar a lo largo del año.

Al acercarse el fin de 2022, quisiera dar un saludo de agradecimiento a todas estas personas que día a día trabajan para que todas las obras de infraestructura continúen prestando el servicio, que usualmente damos por hecho, así como a todos los trabajadores que participaron en la concepción y provisión de las mismas.

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