.
Analistas 16/11/2018

Brexit al Brexit

En un documento de 585 páginas, finalmente el Reino Unido y la Unión Europea llegaron a un acuerdo para el divorcio entre ambas partes que fue votado en el famoso referéndum de verano de 2016. Las reacciones no se hicieron esperar, ya que la libra esterlina, por ejemplo, perdió más de 2% ayer en la jornada frente al dólar en medio de la turbulencia violenta que generó la noticia en los mercados internacionales de divisas. El impacto político en Londres también tuvo su coletazo inmediato. Se conoció que ayer el ministro británico para el Brexit, Dominic Raab, y la ministra de Trabajo, Esther McVey, presentaron su carta de renuncia en donde fueron explícitos en su desacuerdo con el pacto preliminar de ruptura que presentaron los británicos con la Unión Europea. El secretario de Estado para los temas de Irlanda del Norte del Gobierno británico, Shailesh Vara, y la secretaria de Estado de Educación, Anne-Marie Trevelyan, también renunciaron. “No puedo en conciencia apoyar los términos propuestos para nuestro acuerdo con la Unión Europea”, dijo por ejemplo Raab a través en su cuenta personal de Twitter.

La primera ministra, Theresa May, lleva meses liderando la negociación con elementos económicos que no convencen a la totalidad de sus nacionales. El texto del documento incluye el resultado de un consenso con la Unión Europea, pendiente de votación por delegados de los 27 países en los próximos días. En los medios europeos es más que evidente que la gente no se convence tan fácil de las bondades del acuerdo y no se logró vender el tema con todos los ciudadanos. En la conferencia de prensa los periodistas europeos calificaron el documento como “lánguido” y deja en evidencia que el Reino Unido y la Unión Europea pierden. “This is a lose lose” sentenció el ministro de Estado alemán para Asuntos Europeos, Michael Roth, lamentando la conclusión del proceso y reiterando su abierto rechazo personal al Brexit. Admitió de todas maneras que este divorcio le conviene a ambas partes. “No queremos un Brexit. En absoluto. Es una situación en la que tanto la Unión Europea como el Reino Unido pierden. Muy triste. Pero dadas las circunstancias, un Brexit “suave” y unas estrechas relaciones entre la UE y el Reino Unido, son de nuestro interés común”.

May declaró que cree que es el “mejor pacto posible”. El ambiente ayer en el parlamento en Londres fue de tensión total. Por más ecuánime y racional que May trató de sostener la explicación tiene fuertes opositores, igual de elocuentes que ya están pidiendo inclusive un segundo referéndum. May insiste en que las opciones eran ese acuerdo o que no hubiera algún tipo de Brexit. La oposición parlamentaria, encabezada por el Partido Laborista, y algunos diputados del gobernante Partido Conservador han criticado el texto, que detalla las condiciones de salida y el marco de la futura relación comercial.

Lo que comienza mal termina mal. En este caso puede terminar peor. No se ve cómo la situación para May mejore en el corto plazo. Las empresas que han emigrado del Reino Unido, la devaluación de la libra esterlina y el desgaste político son apenas algunas de las secuelas que este divorcio va dejando. En algún momento el Reino Unido creyó que podría negociar mejores acuerdos con Estados Unidos y otros países no europeos. La realidad es que nada de eso ha sucedido y las condiciones comerciales se han dificultado para los empresarios británicos a nivel global. Puede venir un Brexit al Brexit.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA