¿Puede el turismo ser el próximo petróleo?

Luego de las irresponsables declaraciones de la ministra Irene Vélez en Davos sobre la no exploración de petróleo y gas, su jefe Gustavo Petro salió a respaldarla y a decirle al país que tranquilos, que él se encargara de que el turismo reemplace esos ingresos para la nación.

Pero hagamos un análisis financiero “a groso modo” de esa posibilidad para ver si Petro esta bien encaminado o esta mintiendo. Tomando los estados financieros de Ecopetrol de 2021, encontramos que las utilidades que tuvo el estado por su participación del 88,49% fueron de 16,56 billones, de los cuales se le repartieron en dividendos 10,2 billones. De impuesto a la renta obtuvo 7,56 billones, y por regalías el estado recibió 6,4 billones. Adicionalmente, el imporenta de las demás compañías petroleras fue de aproximadamente 1,8 billones. Y considerando el exabrupto de la no deducibilidad de las regalías de la reforma tributaria, a partir de este año el impuesto de renta se incrementaría en 2,6 billones. Eso arroja una cifra total de ingresos anuales para la nación de 34,92 billones si computamos las utilidades o 28,56 si solo tenemos en cuenta los dividendos recibidos.

Ahora bien, hagamos el análisis de los ingresos para el estado de la industria turística. Tomando el numero de turistas prepandemia del 2019 de 4,154,401 y teniendo en cuenta que la cifra mas reciente de gasto promedio esta en 1,187 dólares por turista, encontramos un gasto total de 4,931.2 millones de dólares, que pasados a pesos a una TC de 4,649 daría 22,93 billones de pesos. De ese gasto total corresponde a IVA 3,6 billones, y el resto a ventas netas. Asumiendo un margen del 20% sobre la venta neta para la utilidad antes de impuestos, tendríamos un recaudo por imporenta de 1,34 billones. En total nos daría en ingresos para el estado 4,94 billones. Esto asumiendo que todo el gasto paga impuestos, lo cual es por decir lo menos muy optimista. Eso, tomando el menor ingreso que es con los dividendos y no con las utilidades de Ecopetrol, es apenas un 17,2%, de lo que obtiene el estado de la industria petrolera, y sin contar el carbón!.

Como el análisis debe ser incremental, no se pueden contar los ingresos que ya tenemos por la industria turística. Entonces tendríamos que duplicar la cifra de turistas extranjeros una vez lleguemos a números pre pandemia para lograr reemplazar apenas un 17,2% de los ingresos petroleros. Según Petro, la avalancha de turistas llegara por las bellezas que tiene Colombia. El problema es que los países de la región también tienen sus bellezas, así que la competencia es mas en el marketing y en la infraestructura, la cual tendría mas o menos que duplicarse para recibir al doble de turistas y hacerlo con una calidad de clase mundial. La cuestión es que para eso se necesita muchísima inversión extranjera y local, que es la misma que Petro tiene ahuyentada por la asfixia tributaria y el riesgo político que le creo a Colombia.

Pero además, esa inversión no vendrá precisamente por la no exploración de hidrocarburos; nadie va a querer invertir en un país que en 7 años no tendrá como pagar su deuda, dicho de otra manera, en un país que desde ya esta decretando su quiebra en 7 años. Pero además, con un estimado optimista del crecimiento global anual del turismo, que según el concejo global de turismo (WTTC), al 2032 será en promedio del 5,5% anual, para que Colombia pueda duplicar su turismo en el menor tiempo posible, seria necesario que Petro le pida a Irene Vélez que se dedique mas bien a lo que sabe, a tratar de convencer a los demás países que “decrezcan en sus modelos económicos” especialmente el turismo. Como difícil la cosa…

Queda pues en evidencia que este cuento de que el turismo reemplaza al petróleo es otra charlatanería de Petro. Como lo es igualmente el de las exportaciones agrícolas (https://www.larepublica.co/analisis/francisco-mejia-sendoya-400938/petroleo-vs-aguacate-2708592). Jamie Dimon, CEO de J.P Morgan, dijo recientemente que el mundo va a necesitar petróleo por los próximos 50 años. Colombia debe continuar su transición energética sin suicidarse social y económicamente como lo dijo el presidente Duque.