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Conversando con el viceministro de trabajo de España en la subcomisión de concertación dedicada al nuevo Estatuto del Trabajo, encontramos las coincidencias y las diferencias entre las condiciones de trabajo de los dos estados y las políticas que los dos gobiernos están desarrollando o desarrollarán.
Parece una paradoja, pero los dos países encabezan en la Unión Europea ellos y en las Américas nosotros el volumen de informalidad y precariedad laboral, pero mientras en España la reforma concertada hace un año entre trabajadores, empresarios y gobierno ha disminuido la informalidad al 17.5% y ha puesto a España en el promedio de la Unión Europea, nosotros estamos en la búsqueda de lograr lo mismo, ojalá con un acuerdo tripartito.
Y una clave de la experiencia española fue la coincidencia de intereses entre los actores del acuerdo, en especial quisiera señalar que para la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) la excesiva temporalidad, precariedad y tercerización laboral perjudicaba seriamente la productividad de las empresas y el nivel de consumo de la mayoría de las personas trabajadoras, la formalización laboral hizo crecer en 3 mil millones de euros el consumo del país.
Con eso en mente debemos actuar en las deliberaciones públicas y las negociaciones que realizaremos a comienzos del próximo año y lograr al fin hacer realidad el derecho de trabajadores y trabajadoras y empresas de contar con una ley laboral que brinde estabilidad jurídica a las partes del mundo del trabajo, impulse la economía real, disminuya la desigualdad y fortalezca a las organizaciones de trabajadores y trabajadoras.
El problema del trabajo es un asunto político de primera magnitud, siempre en los primeros lugares de las encuestas, no es un asunto del mercado, ni un problema que cada persona resuelve como puede sufriendo en la intimidad, es sobre todo un asunto colectivo y de derechos humanos.
Por eso siempre hay un debate de ideas a su alrededor, por eso el Estado y los gobiernos intervienen en el mundo del Trabajo, por eso los actores políticos y sociales participan activamente en las deliberaciones públicas que se producen y esperamos que se produzcan vivamente alrededor de la reforma, eso sí sin noticias falsas o desinformación por favor.
Además de la reforma laboral, el Ministerio de Trabajo, en especial su función de inspección, vigilancia y control deben fortalecerse y el proyecto de Plan de Desarrollo incluye ya una reforma profunda y ambiciosa al respecto. La OIT nos señala que debe haber una inspector o inspectora del trabajo por cada 10 mil personas económicamente activas (casi 25 millones en este momento según el DANE), debemos contar con todas las posibilidades que nos brinda la revolución de las tecnologías de la información y debemos llegar activamente al campo.
La paz laboral no consiste en intentar ahogar los conflictos en el mundo del trabajo o garantizar a ciertos sectores impunidad, omisión o silencio suspendiéndoles a trabajadores y trabajadoras derechos constitucionales. La paz laboral es diálogo y reconocimiento de las partes, por 20 años en el activismo laboral en defensa de los trabajadores lo he vivido y ese será nuestro papel en el camino de alcanzar la Paz Total.
Desde mi posesión el 6 de septiembre de 2022 me he reunido con más de 200 organizaciones sindicales y empresas con algún conflicto laboral vigente. Casi todos esos conflictos serían fáciles de resolver si tenemos voluntad de acordar, voluntad de cumplir la ley y si el ministerio cumple su función a tiempo, contando con los recursos y las inspectoras e inspectores necesarios y comprometidos en la defensa de los derechos.
El gobierno que ayudé a elegir y que ahora integro tuvo desde el principio una agenda clara y comprometida con el trabajo decente, hemos utilizado las herramientas que nos entregó la constitución y la ley para ponerla en práctica desarrollando decenas de reiteradas recomendaciones emanadas de la OIT y de decisiones judiciales de las altas cortes nacionales, nuestro objetivo es sintonizar la el derecho laboral y las funciones del ministerio con mandatos judiciales e internacionales que debemos cumplir.
En el año 2023 nuestra tarea será inmensa, el ministerio de Trabajo y otras entidades del gobierno presentarán al congreso proyectos de ley de reforma laboral, reforma pensional y reforma a la salud, haremos todos los esfuerzos para que puedan concertarse con los actores involucrados en cada una.
El neoliberalismo volvió el trabajo un asunto del mercado y un problema individual, el posneoliberalismo lo encamina hacia los derechos humanos, esa es nuestra ruta de trabajo, realizar los derechos.
