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Analistas 16/03/2022

Bezos que matan

Diego Gómez
PhD, Director ECSIM

O mejor, “Bezos” que desnudan. A lo largo de la historia, los cambios tecnológicos han puesto en jaque las viejas reglas y han socavado los cimientos de los “antiguos regímenes”. Entre artesanos, ciudades, barcos, pólvora e imprenta acabaron con la edad media. La revolución industrial arrollo al “antiguo régimen”. Ahora el mundo se reinventa y los vetustos Estados Nación del siglo XX enfrentan las rigideces e incoherencias que ponen en evidencia las nuevas formas basadas en tecnología. Eso es lo que está ocurriendo con las plataformas de comercio electrónico, como Amazon, y los intentos de “meterlas en el redil” impositivo del orden convencional.

Las plataformas han cambiado nuestra vida. En los noventa, un día llego emocionado el profesor de macro, le había llegado el primer libro comprado en Amazon. Decía: “Ahora tengo los mismos libros que están estudiando en cualquier universidad del mundo muchachos, esto es una revolución”. Así fue, nos llenamos de libros, no tantos como el profe cuya biblioteca era un apartamento repleto de libros, anexo al donde vivía. No recuerdo que se pagara IVA o aranceles ni por los libros ni por los software de simulación dinámica y modelamiento matemático que pudieron ser adquiridos y facilitaron que los centros de investigación del país estuvieran a la par del nivel mundial.

Por todo esto, Jeff Bezos emergió como un héroe de la modernidad. En la vitrina de héroes solo lo supera Jack Ma, creador de Alibaba, que además ha tenido que enfrentar y poner en jaque la dictadura del partido comunista chino. Y es que las plataformas están revolucionando el mercado mundial y desnudando las incoherencias de las estructuras de intervención e impuestos de los estados.

La entrada de estos canales está trasformando la forma de comprar y esto está teniendo y tendrá en el futuro impactos importantes en la configuración del comercio y los hábitos de compra. Es decir, el cambio tecnológico esta “desnudando” fallas estructurales en los mecanismos de intervención económica y de recaudo de tributos en las economías convencionales. Tarde o temprano tendremos que equiparar los mecanismos antes de que generemos crisis y marchitamientos de los canales convencionales por ser los que mantienen esquemas tributarios y arancelarios no aplicables en un mundo que compra y vive en las plataformas virtuales.

Las plataformas se han convertido en un reto interesante pero delicado. En Colombia las compras menores de US$200 no pagan ni aranceles ni IVA. Estupendo para los consumidores y para las plataformas, pero, ¿qué impactos tiene con los comerciantes locales que tienen canales propios? Esta diferencia en el tratamiento de las compras genera asimetrías que afectan severamente el desarrollo de los negocios y tiene impactos sociales y económicos que se deben considerar. No es sano para el país que se generen disfuncionalidades y se deben igualar los tratamientos para las compras que se hagan por canales virtuales.

Los datos de la Cámara de Comercio Electrónico muestran como las ventas por plataformas se duplicaron entre enero de 2019 y finales de 2021, el número de transacciones se ha multiplicado en este mismo periodo 3,5 veces (en parte generado por un choque externo, el covid-19 [Fairlie & Fossen, 2021]). Alcanzan una cifra de $40 billones. El efecto y la dinámica no son cifras menores. Se está trasformando aceleradamente la forma de comprar, y las distorsiones de nuestros mecanismos impositivos están implicando mecanismos selectivos que favorecen las plataformas globales y mantienen los impuestos y gravámenes para las plataformas locales.

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