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SALUD

Consejos de expertos para mantener una buena salud si tiene jornada laboral nocturna

viernes, 24 de noviembre de 2023

Lo ideal es que aquellas personas que trabajan de noche duerman entre siete y nueve horas diarias.

Foto: Gráfico LR

Hidratarse continuamente, dormir entre siete y nueve horas diarias, consumir alimentos ligeros y realizar revisiones médicas son algunas de las recomendaciones

Desarrollar labores durante la noche y mantener un horario de oficina más allá de las 9:00 p. m. hasta altas horas de la madrugada no resulta tan sencillo. Este tipo de jornadas demanda un esfuerzo extra que requiere una atención especial hacia la salud para evitar desequilibrios o caer en patrones sedentarios y trastornos del sueño con el paso del tiempo.

Varios estudios están de acuerdo con que trabajar de noche tiene consecuencias negativas para la salud, tanto físicas como emocionales, sobre todo si se mantiene un largo del tiempo.

“En primer lugar, no dormir por la noche implica que no se descansa con normalidad porque el cerebro se encuentra programado genéticamente para descansar en estos horarios. De hecho, las personas que desempeñan su jornada laboral durante la noche suelen descansar entre una o dos horas menos”, reza el estudio de Formación Alcalá.

LOS CONTRASTES

  • Néstor Dionissio PrietoPsicólogo y coach

    “La carga mental al trabajar de noche hace que la capacidad de concentración se reduzca, además de que la persona se aísle llegando a la ansiedad y depresión”

Si bien todo es cuestión de adaptarse y aprender a cambiar ciertos hábitos, expertos hacen una serie de recomendaciones para que no afecte su salud y pueda rendir correctamente.

En primer lugar, es importante tener una comida balanceada en horas establecidas. Tener la comida lista con antelación, tanto en el día como en la noche, ayuda a evitar caer en la compra de productos innecesarios, como fritos, o embutidos, que generalmente tienen altos contenidos de sal, grasas o azúcares.

También hay que establecer horarios, pero no solo para las comidas, sino para dormir, estudiar o tener tiempo libre. “Porque si no, la persona será propensa a caer en el sedentarismo”, expone el psicólogo Néstor Dionissio Prieto.

Siguiendo la línea de los horarios de sueño, lo ideal es que aquellas personas que trabajan de noche duerman entre siete y nueve horas diarias.

En cuarto lugar, varios expertos de la salud recomiendan dormir una pequeña siesta antes de comenzar a trabajar. Así, el cerebro podrá disfrutar de un tiempo de reposo y se podrá preparar para la jornada laboral.

Aislar el ruido cuando se duerme y hacerlo en una habitación oscura son dos formas que también ayudan a conseguir un descanso completo. Desde cerrar ventanas, ponerse tapones en los oídos o cerrar la puerta de la habitación.

Aunque suene extraño, otra recomendación es el uso de gafas oscuras al salir del trabajo. “Esta es una especie de trampa para el cerebro”, explica Dionissio Prieto. “Así, pensará que aún es de noche, y al llegar a casa, será más fácil conciliar el sueño”.

Trabajar de noche puede provocar irritación y mal humor. “Un proceso de desarrollo del cerebro es la sociabilizacion”, aclara el psicólogo. Es importante aprender a gestionar esos estados para que no repercutan de forma negativa en las relaciones con los demás.

Otro de los principales consejos es realizar revisiones médicas. “La jornada laboral nocturna provoca un gran desgaste mental que puede derivar en enfermedades como la depresión y la ansiedad, así como problemas alimenticios o digestivos”, justifica el experto.

Un rasgo a tener en cuenta es la edad. Formación Alcalá sugiere no trabajar de noche a partir de los 35 años “porque esta es la edad límite en la que nuestro organismo tiene más facilidad para recuperarse en este tipo de situaciones”.

Por último, es clave estar hidratado y consumir alimentos ligeros durante el turno (yogur, frutos secos) para evitar una digestión pesada.

Consecuencias de no dormir ocho horas

Los expertos aconsejan entre siete y nueve horas diarias para dormir. La privación de un sueño adecuado puede ocasionar diversos efectos adversos en el rendimiento cognitivo, incrementar la probabilidad de padecer enfermedades crónicas, debilitar las defensas del sistema inmunológico, impactar la salud mental y el equilibrio emocional, así como interferir en el desarrollo cotidiano. Es esencial adoptar hábitos saludables para recibir la cantidad adecuada de descanso.

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