Un segundo aire para el mercado de capitales

Hace casi un año el Gobierno Nacional conformó una misión de expertos para relanzar el mercado de capitales, que no es otra cosa distinta que ideas concretas para dinamizar la transacción de acciones, títulos, especies y todos los papeles valores que se transan en el mercado secundario. Darle un marco legal más moderno a la compra y venta de títulos y acciones de las empresas que cotizan en bolsa fue uno de las promesas del Presidente Duque en campaña, que se materializará a través de proyectos de ley que recojan lo más importante. La idea es promover ese mercado comparando con otros países, revisando sus avances y desafíos en un mundo digital y en tiempo real, de tal manera que se pueda definir una hoja de ruta que sea la base para crear marcos legales con decretos y resoluciones que complementen esa legislación.

La Misión entregó sus recomendaciones que modernizan el sector en varias dimensiones: la infraestructura del mercado; la eliminación de algunas licencias; trámites y normativas que impactan en los costos, e incentivos para que más empresas se puedan enlistar como emisores. Lo más importante es que cualquier persona podrá participar y puede ser vehículo natural para financiar emprendedores, y promover la educación financiera para que más personas aprovechen los mecanismos de la bolsa. Si todo se materializa, habrá mayor acceso a menor costo, más incentivos a los oferentes y compradores de títulos y la inversión de los ahorros en este mercado. Lo más sustancial es el cambio propuesto a la infraestructura dado que incluye a todos los proveedores de servicios. Es un avance la concentración de la regulación en la Unidad de Regulación Financiera, adscrita al Ministerio de Hacienda y no a la Superintendencia Financiera, como sucede en la actualidad, lo que profundizará los roles y funciones de supervisión.

También se va a eliminar la necesidad de licencia para operar como comisionista de bolsa, fiduciaria o sociedad administradora de inversión para ejercer cada uno de los negocios, lo que se convierte en un incentivo del Gobierno para los nuevos emisores en la Bolsa. Lo anterior facilitará el ingreso a diferentes negocios de compañías extranjeras que han llegado al sector, pero no han podido diversificarse por no contar con la licencia. Los más beneficiados con un nuevo marco en la llamada infraestructura serán los inversionistas institucionales que contarán con un régimen más abierto.

Se espera que esta nueva etapa en la que entrará el mercado secundario colombiano permitirá que tanto empresas grandes como pequeñas puedan moverse y generar más interés; por lo general, el mercado es afable con las grandes compañías con las mejores calificaciones, pero quita oportunidades de brillar a nuevas empresas, que pueden representar más de 96% del tejido. Habrá un promotor del mercado de capitales, rol que está disperso y no existe una institución que vincule otras entidades. También se habla sobre los valores que pagan los intermediarios, que son altos para el mercado y se trasladan al consumidor financiero, situación que debe corregirse para poder generarle más tráfico a la Bolsa. Lo más importante es atraer a más personas naturales al mercado, una de las metas con las que inició la Misión. Esto, pues en Colombia, apenas 3% de la población invierte, por lo que temas como la educación financiera y los costos de administración son fundamentales.