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Los $3.000 son una barrera psicológica, pero más allá de eso es un buen momento para que los exportadores mejoren su competitividad en los mercados.
En lo corrido del año, es decir entre enero y agosto, el peso colombianose ha devaluado 25,5% frente al dólar; ha pasado de $2.392 a $3.003 en muy poco tiempo registrando un clásico ejemplo de volatilidad de una economía emergente que se ve afecta por lo que sucede en los mercados de los bienes primarios y de las políticas cambiarias de las grandes economías como Estados Unidos y China. Pasar de $2.800 a $3.015 no sería un escándalo sino se rompiera la barrera psicológica de los $3.000, tal como sucedió con los $2.000 o los $1.000 hace ya algún tiempo.
No hay que buscarle razones diferentes al dólar de $3.000 a la situación de los precios del petróleo, la proximidad de la reunión dela Reserva Federal el 16-17 de septiembre (que seguramente subirá las tasas) y al tríptico devaluacionista realizado por China hace una semana. Esas son las tres causas de la subida del precio del dólar, una situación que es muy buena para la exportación de bienes y servicios en un país como el nuestro que goza de una docena de tratados de libre comercio. Ojalá sea una coyuntura que dure por algún tiempo para que la entrada de dólares por vía remesas, por exportaciones no convencionales, por inversión extranjera y por repatriación de capitales, se convierta en un segundo aire que le permita a la economía recupera la senda de crecimiento por encima de 4% para los años venideros.
Es cierto que el dólar caro no es un fenómeno aislado de Colombia, es una tendencia en los mercados emergentes en donde las barreras históricas se están rompiendo durante estas semanas. En Chile están de fiesta porqueel cambio del dólar se está haciendo a $700 chilenos.La historia para el real brasileño y para el peso mexicano es igual: fiesta por la devaluación.Lo curioso es que es una fiesta que solo la celebran quienes han hecho el curso de buenos exportadores, una asignatura pendiente entre nuestros industriales.
Un dólar caro es un gran golpe para los importadores de materias primas básicas para producir nacionalmente; para quienes tiene que viajar al exterior para hacer negocios o para hacer turismo y para quienes compran bienesy servicios por internet, pero es un gran momento para mejorar la producción nacional y sustituir importaciones, bien sea para vender localmente o para exportar. Si hacemos el verdadero balance entre ganadores y perdedores del dólar costoso, es clara la brecha que pone a los ganadores en mayor número. Somos un país con un potencial productor y exportador enorme que ya ha pasado con creces de aprendizaje de las bonanzas cafeteras a las cuartos de hora petroleros, y hemos aprendido que debemos diversificar y vender en el exterior bienes muy competitivos, máxime ahora que la tasa de cambio está del lado delos más competitivos. Insistimos que es bueno apara la economía en general que estedólar a $3.000 dure un poco más.
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