Tres cifras clave para arrancar el octavo mes

Comienza el octavo mes del año con tres cifras oficiales que se deben tener en cuenta como termómetros de una economía que aún no llega a la plena certidumbre y que no encuentra caminos para reforzar el crecimiento. La primera y más importante son los datos de desempleados al primer semestre del año. El Dane reportó que el sexto mes de 2025 cerró con 2,22 millones de desocupados y una cifra de desempleo de 8,6%, que muestra una caída de 1,7 puntos porcentuales frente al registro del mismo mes en 2024, además de una desaceleración de 0,4% frente a mayo.

En esa misma línea de buenas noticias, el número de personas ocupadas también vio una mejora en 12 meses: mientras en 2024 la cifra fue de 22,9 millones de colombianos, en 2025 alcanzó 23,7 millones; equivale a un incremento de 831.000 empleados más. Los trabajadores por cuenta propia crecieron 53%, equivalentes a 443.000 colombianos trabajando bajo esta condición.

El comercio y reparación de vehículos es la mayor fuente de personas ocupadas con 4,13 millones de personas; seguido de agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, con 3,32 millones; y administración pública y defensa, con 2,92 millones. Los sectores que más trabajos perdieron fueron información y comunicaciones, con 124.000 empleos; actividades artísticas, de entretenimiento y recreación, con 68.000 puestos menos; y las actividades inmobiliarias, con 40.000 puestos.

El otro hecho económico que marca la entrada de agosto es que el Banco de la República mantuvo inalterada la tasa de interés en 9,25% por segunda vez, en contravía de lo previsto por los analistas quienes esperaban un recorte de 25 puntos básicos para que los tipos llegaran a 9%. Además, en contra de lo reclamado por la Casa de Nariño. Mientras los codirectores están ya divididos entre bajar y mantener la tasa, el Gobierno cree que el dato de inflación de julio, que dará a conocer la próxima semana, se reduzca y llegue a 4,5% en lo que queda de este año.

Si las condiciones climáticas, de producción económica local se mantienen, y cesa la guerra arancelaria de EE.UU., es probable que la inflación de 2025 esté dentro del rango previsto por el Emisor de entre 2% y 4%, por tanto, la tasa de intervención debería moverse más rápidamente a terrenos de 8%. La tercera cifra que le da la bienvenida al último año del actual Gobierno, es el alza en la tasa de usura que para agosto será más costosa, subiendo 0,39, hasta 25,17%, una de las más altas del año.

Esta norma es uno de los obstáculos más grandes del acceso al crédito, la tasa de usura en Colombia es 1,5 veces el interés bancario corriente, una medida que busca poner un tope a las tasas de interés que pueden cobrar los bancos, pero al final se convierte en un argumento para que existan sistemas paralelos de financiamiento delictivos como son los llamados “gota a gota”. Hay una práctica entre los bancos que consiste en ponerle su tasa de interés de consumo con tarjeta de crédito muy cerca de usura, lo que dicta que comprar con tarjeta es lo más costoso que puede hacer un cuentahabiente, y no debería ser de esta manera.

Con un desempleo en descenso, que no se preocupa por la informalidad; una tasa de intervención en el mercado estable en los últimos cuatro meses y que dobla la inflación; más un inusual incremento en la tasa de usura, que se sincroniza con el costo de la tarjeta de crédito, arranca el último año de un Gobierno que debe reforzar el crecimiento económico y dar luces de tranquilidad a los mercados.