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Tasas de interés versus inflación
El Banco de la República no ha logrado bajar la inflación de 5%, Colombia alcanzó medio año con el mismo nivel, el tercero más alto de la región y un obstáculo para el crecimiento
El frenesí de la elección del Papa León XIV enmascaró la pésima noticia económica de que en abril la inflación volvió a subir a 5,16% para su variación anual, un repunte que no veían venir los analistas y los opinadores consuetudinarios, máxime cuando la Junta Directiva del Banco de la República había bajado la tasa de interés para el sistema financiero a 9,25%, decisión que hizo presagiar que la variación de precios al consumidor de abril habría entrado en terreno de 4%, pero no fue así.
En marzo se había ubicado en 5,09% cuando se levantaron campanas al vuelo en festejo de que la tendencia de los últimos meses se había roto. La disculpa es que en abril del año pasado la inflación era de 7,16%, casi un punto más que la de hoy, dato al que no se le hace análisis estacional. La inflación mensual, en abril de 2025, fue muy alta, registró 0,66%, dato que dispara el acumulado del año en 3,30% que ya supera la meta de 3% del Banco de la República.
Dicho de otra manera, en abril se alcanzó la meta del Emisor, faltando más de la mitad del año; las disculpas son muchas y siempre saldrán a flote: las externalidades, las lluvias, la volatilidad del dólar, los aranceles de Trump, los precios del petróleo, la protesta social, en fin, una cantidad de asuntos internos y externos que pueden influir, pero lo cierto es que los recientes cambios en la Junta del Banco de la República empiezan a afectar la independencia del Emisor, en el sentido de que el Ministro de Hacienda ha presionado a sus colegas de Junta para que las tasas bajen como mandato presidencial, configurado lo que ha sucedido en abril: bajaron la tasa de intervención en el mercado 0,25 puntos, mientras que la inflación repuntó de 5,09% a 5,16%, incluso los bancos comerciales experimentaron la subida de la tasa de usura “certificada” por la Superintendencia Financiera a 25,97%.
La pregunta a los codirectores viejos y nuevos es qué tanto están influyendo en sus decisiones monetarias los comentarios del Presidente y las recomendaciones de los distintos ministros de Hacienda. El Banco de la República no puede olvidar que tiene el mandato constitucional de preservar el poder adquisitivo del peso colombiano, imperativo que es bien ortodoxo al intentar atacar la inflación pues es, sin duda, el oscuro impuesto que golpea a las familias de menores ingresos.
Desde 1991, la inflación objetivo es la estrategia de política monetaria mediante la cual el Emisor se compromete a mantener la inflación dentro de un rango para alcanzar la estabilidad de precios. El Banco Central y los ministros del Gobierno deben ser conscientes de que la inflación de 0,66% en abril, por encima de 0,40% esperado, es como un gol en los primeros minutos durante un partido de fútbol, empatar va ser muy difícil si no hay una estrategia de políticas públicas.
Ronda gran preocupación por el comportamiento de los alimentos en un mes lluvioso como fue abril; la comida y las bebidas no alcohólicas tuvieron una variación de 1,10%, con una contribución de 0,21 puntos porcentuales al costo de vida. Nadie al interior ni al exterior del Banco de la República ha salido a analizar este varapalo económico que compromete su gestión y mandato constitucional; está claro que hablar de una inflación para 2025 de 3% ya no es posible y que lograr que baje en el segundo semestre a niveles de 4% es complicado cuando la tasas caminan a la baja.
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