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El próximo presidente de Colombia debe atender las recomendaciones hechas por el club de la buenas prácticas, algunas fáciles de adoptar, pero otras bastante impopulares
Por primera vez, un presidente de Colombia acude a París a recibir en persona las recomendaciones que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) hace cada año para mejorar el desempeño del país y superar algunos de los problemas crónicos. El punto es que dichas recomendaciones son reformas estructurales políticas, económicas y sociales, que requieren cambios constitucionales, algunos se convertirán en una vena rota para la popularidad o favorabilidad de cualquier presidente; quizá solo sean consejos al oído para quien sea elegido en los próximos meses y se posesione el próximo agosto, pues al presidente Duque ya no le queda tiempo para emprender revoluciones institucionales de profundo calado. La pregunta que debe rondar a los aspirantes a sucederlo en la Casa de Nariño es qué opinan de que la Ocde le sugiera al país un régimen único de pensiones, pues considera que el actual sistema tiene escasa cobertura y es un factor clave de la elevada desigualdad.
El club de las buenas prácticas aconseja crear una prestación básica y universal para pensiones no contributivas, es decir, una pensión mínima, y fusionar los regímenes de pensiones en uno solo y obligatorio, que complemente la pensión básica universal. El segundo consejo, no menos importante, es reducir la tributación de empresas, pues es 2,5 veces superior al promedio de la Ocde. Por ello, recomienda reducir el gasto fiscal sobre las empresas, al mismo tiempo que se disminuye la presión tributaria de las entidades. Pide legislar más en contra de la corrupción, dice que “no hay una ley de protección de denunciantes en casos de corrupción, a diferencia de muchos países del club”. Otra recomendación es ampliar la base de renta porque Colombia debe recaudar más recursos de personas naturales, hoy lo hacen menos de 4 millones, por lo que sugirió que baje el umbral de ingresos de los que deben declarar y pagar el impuesto. Volvió a pedir eliminar exenciones del IVA, para aumentar de manera considerable los impuestos al consumo sin afectar a los consumidores.
Mantener las ayudas sociales y reforzar la vacunación fueron otros de los consejos coyunturales para poder sostener el crecimiento del PIB de los próximos dos años. De cara a la inflación galopante que recorre el mundo, le aconseja al Gobierno respaldar al Emisor en el aumento gradual de las tasas de interés. El Presidente había dicho que “hay que controlar la inflación pero mi humilde reflexión, y respetando la independencia del Banco de la República, es que los aumentos de tasas no se pueden hacer ni de manera brusca ni de manera súbita”. Otro punto crucial tiene que ver con reducir barreras arancelarias, pues el grado de apertura comercial en Colombia es bajo, según la Ocde, por eso consideran que hay que reducir barreras arancelarias vigentes.
Fomentar la formalización es clave para la entidad: más de 5,4 millones de colombianos trabajan en la informalidad, por ello debe haber una mejor estrategia para reducir los costos no salariales. Los consejos revelados son todo un programa de Gobierno que debe empezar a brillar en el discurso de los candidatos, pues están concentrados en asuntos crónicos como la corrupción y el debilitamiento del orden público, que son los problemas más sentidos en el día a día y que más generan desesperación. Pero es determinante que empiecen a hablar de economía.
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