No hay mucho ambiente para hacer negocios

No solo los pronósticos de crecimiento económico para este 2023 son muy bajos, menores a 1%, el país también cede terreno en el ambiente para hacer negocios. Economist Intelligence Unit acaba de publicar su termómetro e indica que Colombia cae seis puntos en el entorno político y la política hacia la inversión extranjera.

Dice The Economist que “la política económica bajo el presidente de izquierda, Gustavo Petro, se volverá más intervencionista e impulsada por el Estado, lo que implicará regulaciones más estrictas para el sector petrolero”. Una pésima noticia máxime cuando el país desde 2020 no cuenta con grado de inversión para que lleguen flujos de inversión que generen empleo y desarrollo.

Son muchas las noticias del mismo tiempo que siembran un ambiente oscuro para los inversionistas; queda el aire fresco de que no solo es Colombia sino la región. América Latina tiene una puntuación baja en eficacia política para atraer inversionistas, “lo que refleja problemas de corrupción, delincuencia, instituciones débiles y, a menudo, políticas incoherentes hacia las empresas. Las entradas de Inversión Extranjera Directa, principalmente a los sectores relacionados con las materias primas, pero también a los servicios (como el comercio, los restaurantes y las finanzas) y las manufacturas, se dispararon en 2022 en muchas economías latinoamericanas”.

Es casi que una región hostil en donde los negocios y las inversiones no prosperan, muy a pesar de la riqueza en recursos naturales, la mano de obra barata y las monedas altamente devaluadas. El termómetro de The Economist funciona dándole un puntaje con tendencia al alza o caída basado en la confianza sobre ellos. “Son unas perspectivas que permiten tabular los principales indicadores macro locales, pero también escenarios que tienen en cuenta las calificadoras de riesgo”.

Contrario a lo que dice EIU, el Banco de la República dio a conocer que la inversión extranjera en el país ascendió a US$17.048 millones en 2022, con un aumento de 81,7% frente a 2021, una cifra que no tiene precedentes y que puede presentarse como un gran logro, distinto a lo comunicado por la revista inglesa.

No obstante, la percepción es generalizada y cada vez es mayor el ambiente de frenazo económico que se siente. “Desde el año pasado estaba la alerta de los cambios de Gobierno en América Latina, y eso genera una nueva normativa para varias industrias”. Las reformas estructurales en los frentes laboral, pensional y de la salud que adelanta el Gobierno en el Congreso, han sembrado incertidumbre y un ambiente político muy crispado que puede comprometer el crecimiento que se necesita para generar más empleos formales y aumentar los recaudos.

El informe advierte que “ver una reducción en el puntaje de Chile y Colombia no debe ser tomado como algo para juzgar, pues hay reportes de inversiones extranjeras y deuda a los que les ha ido bien”. Es decir, para un economista, hay otro economista, y las cifras que se presentan siempre tienen varias miradas.

Lo cierto es que el ambiente empresarial en Colombia y Chile está oscuro por los ataques que desde los ejecutivos se hacen en contra del sector productivo, especialmente a la hora de justificar las reformas propuestas. No es normal que se ataque a las empresas, que a la postre son las que generan los empleos y pagan los impuestos.