Los números de la inversión extranjera

Los datos de inversión extranjera del Banco de la República para 2013 alcanzan una cifra de US$ 16.822 millones, dato ligeramente por encima de 2012 y también similar a la de 2011 cuando ascendió a poco más US$15.000 millones. En términos agregados, se concluye que en los últimos tres años, los registros de inversión foránea ascendieron a unos US$50.000 millones.

Sobre estos montos enunciados hay que precisar que no significa que esa cantidad de divisas haya entrado al país, sino que es el volumen registrado y que se hace a través de distintos mecanismos, incluyendo capital en bienes y servicios que requieren las empresas para operar en el país. Adicionalmente, para medir el impacto cambiario neto de lo que queda aquí, se debe tener en cuenta las divisas que se giran al exterior por concepto de remesas de utilidades y repatriación de capitales, datos que requieren un tratamiento estadístico y contable distintos por parte del Banco de la República.

Con esas precisiones, se debe comenzar a realizar la evaluación de lo que está ocurriendo con el capital foráneo que está llegando. Del monto del año anterior, US$13.735 millones fueron a la industria extractiva de petróleo y minería, esto es, 81%, lo cual no es otra cosa que afirmar que de cada US$5  que ingresan en inversión, US$4 son petrodólares. Sin desconocer la magnitud del monto de los registros, hay que reflexionar acerca del bajo volumen de inversión que llega a actividades productivas distintas a la industria extractiva, en particular hacia la manufactura, el agro y el mismo sector financiero, más allá de un cambio de propiedad de las empresas nacionales que pasan a manos de extranjeros. 

Pero no es solo esa alta dependencia de la extracción de los recursos naturales la que está enfrentando el país, sino también en material de exportaciones: 75% de los ingresos por venta de bienes hacia el exterior proceden de esas dos actividades. En ese sentido también debe haber una seria reflexión acerca de la efectividad del modelo exportador que el país se ha ideado y que por los resultados parece no haber sido el adecuado o bien conducido.

Solo un ejemplo para medir ese impacto. De un total de US$44.000 millones de importaciones en el período enero-septiembre de 2013, la industria manufacturera importó US$41.900 millones, que si se excluye lo que entró para refinación de petróleo, quedan en 37.000, esto es, 82% de las importaciones que realiza el país las hace la industria. Y toda la industria solo exportó en el período US$8.300 millones, lo mismo que un año atrás y 3.000 millones menos que en 2011. Así, la balanza comercial de la industria fue deficitaria en unos US$120.000 millones en los últimos tres años.

Un tema clave para proyectar la economía.