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EDITORIAL

Los Doctores en un país de ‘doctores’

sábado, 1 de noviembre de 2014
La República Más
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Hay una necesidad sentida de investigación, pero es más profunda la carencia de profesores científicos. 

Es difícil entender el rol social o académico de un doctor en un país en donde a todos los jefes o personas con corbata o sastre la llaman ‘doctor’ o ‘doctora’. Empecemos por zanjar los términos: en etimología latina Ph.D. quiere decir ‘Philosophiae Doctor’ o ‘Doctor en Filosofía’; así las cosas un Ph.D. es un título universitario que se da en casi todas las áreas del conocimiento formal. En Iberoamérica no se utiliza la palabra Ph.D. existe el término Doctor que se otorga a quienes obtengan ese difícil grado, previas exigencias académicas, experiencia profesional y un largo proceso de investigación. La meta de quienes se imponen ese reto es una carrera académica como profesor o investigador científico.

Las exigencias de la competitividad global han puesto el tema de los doctores en la agenda pública en casi todos los países emergentes, entre los cuales Colombia no es la excepción a la regla. Hace  cinco años se conoció un documento del programa  Colombia Aprende (2008) en donde se manejaban algunas cifras sobre doctorados y doctores. Se titulaba ‘Situación actual de los doctorados: análisis de indicadores que tipifican características importantes’. Decía que había en ese momento 92 programas de doctorado en 22 universidades, de los cuales se han graduado un total de 584 doctores. De estos, 88 se graduaron antes de 2000, los otros 496 habiéndose graduado entre 2000 y 2007. Actualmente, hay 1.946 doctorandos, bajo la tutoría de 1.748 profesores. El 89,5% de estos profesores (1.564) tienen doctorado. Han pasado seis años de eso y las cosas no han avanzado mucho: en el marco de reunión anual la Asociación Colombiana de Universidades, de principios de este año, se conoció que actualmente hay 226 doctorados, es decir 131 más que hace seis años, el país sigue atrasado en comparación con el resto de los países de la región. En Brasil hay 12.217; México, 4.665; Argentina, 1.680 y Chile, 514. 

Ahora, 43 universidades tienen programas de doctorado; 6 tienen 126 de los 226: Nacional, Antioquia, Andes, Valle, Norte y Javeriana. Pero el dato a reflexionar es que 51% de los doctores son educadores. En Brasil, hay 76% en la academia, el resto están en el sector real. Cifras similares se presentan en México, Argentina, Chile y Perú. No queremos concluir que en Colombia los doctores solo sirven para trabajar como maestros, pero bien le serviría a las empresas y al mismo Gobierno, para que dejen de pedir innovación, investigación y ciencia y de verdad, que le apuesten a desarrollar una nueva generación de verdaderos doctores metidos en la investigación corporativa y gubernamental.

Y debería haber una cruzada nacional en contra de llamar ‘doctor’ a cualquiera. Para eso son los pregrados que dan un categorización individual. 

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