Los acueductos, el otro tema pendiente

Las siguientes conclusiones son preocupantes: a pesar de que más de 80% de la población colombiana cuenta con agua potable (80 de cada 100 nacionales) y que 90% recibe el suministro de casi un centenar de empresas de calidad, todavía hay cientos de municipios de poca población que tienen grandes inconvenientes con la prestación de este servicio público. Son los resultados de un estudio de la Superintendencia de Servicios Públicos en cabeza de Patricia Duque Cruz, quien manifiesta abiertamente que “en los municipios más apartados, el 32% de las empresas que prestan servicios de agua no están registradas ante la entidad y en su gran mayoría la calidad de agua no se brinda en las mejores condiciones”.

Es obligación del ministerio responsable del agua,  trabajar con los alcaldes de estas poblaciones en la solución de esta necesidad latente y que afecta a todos sus pobladores. De nada vale tener una casa propia, por medio de subsidio o de manera gratuita, si hay colombianos que aún no cuentan con el servicio básico de agua potable. Es el momento de que el Ministerio de Vivienda y de Ambiente trabajen de la mano para que el agua que consumen los colombianos sea potable y llegue con las condiciones apropiadas, lo que significa tener bienestar. Darle agua potable y en condiciones de presión y abundancia no es tan popular como las casas gratis, pero es más necesario. La denuncia que hace la Superservicios debe ser el punto de inicio de una reconfiguración de los objetivos básicos de los ministerios en mención.

Contar con el suministro mínimo de agua en condiciones de bienestar es una obligación constitucional. La Superintendente habla de los municipios alejados y muy rurales, pero se sabe de capitales como Yopal y Santa Marta que aún no tiene buen servicio de agua en abundancia y potable. Una paradoja en un país rico en agua dulce y de lluvias abundantes todo el año, pero que los hacedores de políticas públicas no han logrado sincronizar con las necesidades de sus gentes. Insistimos en que es una obligación de la cartera de Ambiente y de Vivienda garantizarle al cien por ciento de los colombianos acceso a agua potable y en condiciones de bienestar, quiere decir esto último, que haya agua todos los días del año.

Está bien que la Vicepresidencia (abanderada de los temas de infraestructura) se preocupe por túneles, puentes, carreteras y autopistas, tan necesarias para un país en desarrollo y ad portas de entrar a la Ocde, pero es mucho más urgente que logre que su población tenga agua potable. No se lograron muchas de las metas del milenio para este 2015, pero esta administración debería por lo menos declarar a Colombia como país de agua potable al cien por ciento para toda su población.