La velocidad en la movilidad, es importante

EDITORIAL

La velocidad en la movilidad, es importante

lunes, 26 de noviembre de 2012

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La velocidad en la movilidad en las dos ciudades más importantes del país no supera los 23 km/h, un problema a superar

La velocidad en la movilidad en las dos ciudades más importantes del país no supera los 23 km/h, un problema a superar

Movilizarse en Bogotá o en Medellín es un asunto de paciencia a la luz del último informe del Departamento Nacional de Planeación en su reciente libro sobre Sistema de Ciudades, coeditado con el Banco Mundial. Dicen los investigadores del importante texto que mientras en la Capital de la República se transita en un automóvil a 23 kilómetros por hora en la Capital del departamento de Antioquia, la segunda ciudad en importancia, se hace a lentos 22. La diferencia es mínima, pero el problema es similar, mucho carro, pocas vías y no hay alternativas diferentes a desincentivar el uso del vehículo particular.

A casi todas las otrora secretarías de tránsito y transporte les cambiaron el nombre por el rótulo ‘secretarías de movilidad’, pero el sentido sólo se quedó sobre el papel, pues muy pocas han trabajado de la mano con sus administraciones para que las ciudades colombianas logren un ritmo de verdadera movilidad que se compadezca con las exigencias actuales. La solución definitiva sería hacer que las secretarías de infraestructura o desarrollo construyan calles, carreras, avenidas y túneles que desahoguen las ciudades, pero conociendo la capacidad de ejecución de obras públicas, es una alternativa remota y casi imposible.

Hacer ciclovías, metros, transmilenios y demás sistemas amigables de transporte urbanos son proyectos viables, pero poco competitivos si nos comparamos con otras capitales similares. Miremos que París se mueve a 36 kilómetros por hora; Nueva York a 38 kilómetros y las atestadas ciudades asiáticas como Shanghái o Tokio lo hacen a 20 y 26, respectivamente. En pocas palabras no hay una correlación entre infraestructura y movilidad.

Es un conjunto de planes que integren todas las fichas de la movilidad: carros, peatones, bicicletas, autopistas, túneles, etc. De nada vale que nuestras ciudades tengan prósperos negocios que el transporte están colapsando. Hay vías en las principales capitales departamentales en las que moverse implica mucho tiempo en muy pocos kilómetros. Un trayecto ordinario de la oficina al trabajo y viceversa en Bogotá implica unos 70 minutos, mientras que en Medellín 25 o 30, el punto crítico es que la velocidad a la que se puede andar es la misma, unos 23 kilómetros por hora.

La falta de movilidad puede hacerles perder más puntos a la competitividad de las ciudades colombianas. Las distancias entre los hogares y los polígonos industriales o zonas financieras, es un asunto a mirar con base en la velocidad que se alcanza para cubrir esa obligación. Colombia si quiere entrar a la Ocde, ese anhelado club de exitosos, deberá trabajar el tema de los trancones.