Europa sigue bailando al ritmo del Brexit

Han pasado dos años desde que los británicos decidieron retirarse de la Unión Europea y aún no se han puesto de acuerdo sobre cómo hacerlo, oscura situación que ha posado sobre la economía del Viejo Continente un manto de incertidumbre que ancla las expectativas de crecimiento para este año, que ya cerró su primer trimestre con más interrogantes que certezas.

La tercera propuesta de acuerdo Brexit -cómo salirse de la Unión- propuesto por la primera ministra, Theresa May, fue derrotada en el Parlamento por tercera vez el pasado viernes y se convierte en el motivo de su inminente salida del gobierno, lo que la convertiría en el tercer primera ministro que se cobrará la polémica decisión tomada por los británicos de salirse de una comunidad de naciones que se ha forjado por décadas y que le había dado inicio a la formación de una poderosa zona económica que disputara a Asia y Norteamérica el epicentro de la economía global. Un sueño que desde hace dos años se ha convertido en una pesadilla.

De acuerdo con lo ocurrido la semana pasada, Gran Bretaña dejará el bloque el próximo 12 de abril sin ningún pacto lo que le acarreará a las empresas inesperadas consecuencias con los acuerdos establecidos, una situación que es impensable. Lo más probable es que el gobierno le pida a las autoridades en Bruselas (sede política de la Unión Europea) que posponga nuevamente el Brexit para evitar una interrupción generalizada y brusca producida por la ruptura de los acuerdos comerciales actuales con el poderoso socio comercial.

Se ha abierto camino la alternativa de llamar a una elección general sobre el tema para interpretar nuevamente, desde toda la sociedad, la salida del mercado europeo y tener en cuenta las graves repercusiones, asuntos que nunca fueron sensibles para los votantes hace dos años y que ahora que se negocian con el sector privado británico. Eso evidenció la falta de información con que los votantes le dijeron sí a retirarse del mercado comunitario.

En la situación británica es clave tener en cuenta que la Cámara no ha rechazado ningún trato, es decir no se está discutiendo el Brexit, lo que está en tela de juicio son las variaciones del acuerdo; el viernes rechazó aprobar el acuerdo de retiro y continuar un proceso en el futuro, pero la salida es inminente. Uno de los grandes problemas de no encontrar el camino de salida de Gran Bretaña de la Unión Europea tiene que ver con que Irlanda sigue siendo parte de la comunidad lo que obligaría a que se levantara un “muro” político, económico y social en la frontera con Irlanda del Norte. Esta es quizá la situación que ahora más preocupa: las cláusulas destinadas a evitar que surja una frontera física en Irlanda que podrían alejar a Irlanda del Norte del resto del Reino Unido.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, convocó a líderes de la Unión para una cumbre el 10 de abril, fecha en la que se espera que se extienda hasta mediados de octubre la inminente y problemática salida. Es casi un hecho que los otros 27 gobiernos del bloque le darán más tiempo a los británicos para encontrar un acuerdo. La Unión estaba dispuesta a un aplazamiento hasta el 22 de mayo, siempre que el Parlamento aprobara el Brexit, al no hacerlo, automáticamente se implementaría 14 días más, salvo que la Primera Ministra propusiera una plan alternativo.