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EDITORIAL

Es clave arrancar un año barato

lunes, 5 de febrero de 2018

Hoy sale el dato de inflación de enero y es fundamental que la cifra esté más cercana a 0,50% que de 1,0% para alejar miedos inflacionarios

Editorial

A juzgar por la política expansiva en lo monetario que viene desarrollando ininterrumpidamente el Banco de la República, el dato de la inflación del pasado enero estará muy bajo, sino fuera así el Emisor no seguiría bajando las tasas, tal como lo viene haciendo desde hace casi un año. Como quien dice, la suerte está echada en términos de adivinar la variación de precios del primer mes del año y será baja. Si esto no ocurre, bien puede darse por sentada una guerra de cifras entre el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) y el Emisor; algo de eso se viene gestando en los últimos meses. No sobra recordar que el Dane, que da la cifra de inflación mensual, es una entidad administrativa adscrita a la Casa de Nariño, mientras que el Banco de la República, que trabaja por mandato constitucional de preservar el poder adquisitivo, es una institución independiente.

Con las cifras económicas no se puede jugar a los pronósticos, como si fuera un horóscopo o el tarot de los negocios, es mejor esperar el dato oficial y acogerse a él sin mayores comentarios, pues sin duda el país ha ganado en credibilidad internacional en su información macroeconómica, más ahora que la entrada a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) es un hecho. Por eso es mejor remitirse a lo que exploran los analistas con base en estudios y datos de las centrales de abastos o los gremios de la producción. Si nos atenemos a esos pronósticos de los expertos, así sería el primer mes del año en términos de variación de precios.

Si se tiene en cuenta la Encuesta de Expectativas del Banco de la República, los bancos, sociedades comisionistas de bolsa, organismos internacionales, fondos de pensiones y cesantías y otras corporaciones estiman que la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) para enero será de 0,67%, mientras que la anual en diciembre de 2018 llegará a 3,47%. Una cifra que está dentro de las previsiones del Emisor. La expectativa mínima de los analistas para la variación de enero es de 0,46% y la máxima es de 0,99%. El último escenario sería nefasto para el arranque del año y para las expectativas del cierre trimestral.

Mucho de lo que sucede con la variación de precios tiene que ver con la oferta de alimentos. Si se tiene en cuenta la inflación sin el grupo alimentos, la variación -según expertos- será de 0,50% en enero, mientras que la anual para diciembre de 2018 será de 3,44%. La expectativa mínima de los analistas para la variación de enero sin contar alimentos es de 0,25%, mientras que el máximo es de 0,79%. Las lluvias de fin de año y el abastecimiento de las centrales de abastos sin paros ni traumatismos, hacen prever que los alimentos no tendrán mayor peso. Cosa distinta puede pasar con los gastos educativos.

La cuesta de enero fue bastante empinada a causa de la variación del gasto educativo en los hogares y mucho más con los servicios bancarios. Y si lo vemos por ciudades, siempre habrá un peso mayor en las vacacionales como las de la costa Caribe. En conclusión, el IPC tendrá una variación baja dada la jugada del Emisor de seguir bajando las tasas, pero no sobra alertar por el comportamiento que tengan los productos ligados a los colegios y los servicios bancarios.

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