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EDITORIAL

El Gobierno no puede perder de vista más empleo

jueves, 1 de septiembre de 2022

En julio hubo 2,7 millones de desempleados, la cifra presentó una contracción de 10% versus lo registrado el mismo mes del año pasado, la tasa de desempleo se ubicó en 11%, lejos de las metas

Editorial

Las 12 últimas semanas del año siempre son buenas en materia de comercio y de fortalecimiento del consumo, pues este remate de 2022 está cargado de los coletazos residuales de la postpandemia, un inusual Mundial de Fútbol, y lo que no es mejor, el ambiente decembrino que siempre hace su aparición prematura en un país marcado por las fiestas de fin de año. Y si a esto se suma que los alcaldes y gobernadores apuran sus inversiones y que se está estableciendo un nuevo Gobierno Nacional, es loable que el crecimiento económico se mantenga muy a pesar de la reforma tributaria, la inflación, las tasas altas y una fuerte devaluación del peso.

Colombia tiene una dinámica económica a prueba de un conflicto interno de seis décadas y de los coletazos de las externalidades como son las recesiones de los países desarrollados y un conflicto librándose en Europa. El país económico pareciese que rueda por un carril alterno al del orden público y al de la pugnacidad política. Pero si los nuevos jefes de las carteras ministeriales, los funcionarios de Casa de Nariño, los directores de agencias y superintendentes, se sincronizan con los verdaderos actores económicos (empresarios y trabajadores), las cosas serían distintas y asuntos como reducir el alto desempleo en todas las regiones sería una realidad.

Colombia es un mercado de más de 50 millones de habitantes, con un ingreso per cápita cercano a los US$7.000 y un PIB de unos US$315.000 millones, pero de la una población económicamente activa de 23 millones, hay cerca de tres millones desempleados y sin mucha esperanza de conseguir un trabajo formal. Ese es uno de los problemas más grandes que tiene el país, el alto desempleo, que cabalga en unas regiones más que en otras y que no deja que los tributos crezcan, ni que el consumo sea mayor, mucho menos que la formalidad sea una realidad para los casi 14 millones de hogares que tiene Colombia.

La tasa de desempleo se ubicó en 11% durante julio, lo que quiere decir que hay 2,7 millones de colombianos sin trabajo; 13,9% son mujeres y 8,8% hombres. En las cifras más recientes del Dane se observa que en las 13 ciudades metropolitanas la cifra de población ocupada llegó a 10,3 millones luego de sumar 823.000 personas en el mes. “Es significativo respecto a lo observado en julio de 2021 (9,5 millones), hay una importante contribución de las 13 áreas a este aumento”. Generar empleo formal debería ser un mantra del nuevo Gobierno, pues fue uno de sus caballos electorales; para ello el tema de los nuevos impuestos a las empresas, las cargas parafiscales al empleador, la reforma laboral y el incremento del salario mínimo para el próximo año, deberían ser temas que están en la agenda de los ministros y del Presidente.

Hay un problema a menos de un mes de haber comenzado la nueva administración y es que los asuntos que tienen que ver con el conflicto crónico y las negociaciones de paz con los grupos armados y la inseguridad reinante pueden opacar los temas dorsales para las personas. Y el desempleo es uno de ellos; está bien que se quiera implementar la paz total y que ese sea uno los grandes retos, pero muchos de quienes votaron por Gustavo Petro lo hicieron por sus promesas de mejorar la calidad de vida, disminuir las precariedades y reducir las necesidades básicas insatisfechas.

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