El consejo no es sacar toda la plata de la cuenta

Ayer se puso en marcha la Ley 1793 del 7 de julio de 2016, por medio de la cual se dictan normas en materia de costos de los servicios financieros, que no es otra cosa distinta a que todos los colombianos puedan disponer hasta del último centavo que tienen en sus cuentas de ahorro, abiertas en cualquier banco, bien sea porque allí reciben sus nóminas o porque ahorren voluntariamente. Pero el logro, más que un triunfo del cliente sobre el banco, es un avance en términos de competencia en el sistema financiero. La medida debe desatar programas de fidelización del usuario.

Varios congresistas se han hecho célebres entre sus electores promocionando sus logros en materia de reglamentación de los servicios bancarios, y la Ley 1793, es una de esas acciones, bien intencionadas si se mira desde la óptica del cliente, pero si se observa detenidamente el aparente avance puede tener consecuencias negativas, en un país en donde la educación financiera es una asignatura pendiente. Recordemos que entre los países de la Ocde, Colombia ocupa los últimos lugares en manejo de matemáticas financieras. Otra forma de ver las cosas es que no podemos festejar como un gran logro que los cuenta-habientes expriman hasta el último peso de su cuenta de ahorros, desincentivando el ahorro. Estamos de acuerdo con que la gente pueda sacar todo el dinero de las cuentas, pero en total desacuerdo en que este avance se convierta en un mensaje nefasto de que el ahorro no conduce a ningún lado. No es una verdad a medias: el ahorro es igual a la inversión y quien no tenga dinero guardado para sus períodos cuando esté cesante; para su pensión cuando esté en edad de jubilarse, y dinero guardado para comprar cosas materiales o atender eventualidades de salud, no puede mejorar su calidad de vida. En pocas palabras es un error enorme motivar que la gente saque hasta el último peso sin dejar un ahorro, así sea el mínimo en sus condiciones de ingresos.

La tesis es muy polémica, pues los promotores de eliminar los mínimos en las cuentas han hecho mucho populismo sobre la medida. Insistimos en que es válido y afortunado que se pueda sacar hasta el último peso, pero debemos motivar que los colombianos guarden un poco de dinero así sea el mínimo de sus posibilidades para ir sumando, y tal vez en un tiempo determinado, tengan un capital para invertir en grandes o pequeños proyectos. Nadie progresa sacando siempre en cada quincena todo el dinero que le entra, los ingresos y los gastos siempre estarán desbalanceados y la perspectiva de progreso será menor. Ahora bien: los bancos deberán inventarse nuevas maneras de que la gente no retire toda la plata, y una manera es mejorar las tasas para el ahorro; ampliar los préstamos de pequeñas cuantías; facilitar asesorías en finanzas personas e inventar nuevas formas de ahorro programado.