El Vicepresidente Garzón vuelve por sus fueros y la emprende contra sus colegas de Gobierno. Un triste espectáculo
No es la primera vez que el vicepresidente de la República, Angelino Garzón, la emprende contra sus colegas de gobierno, lanzando palabras ociosas ante públicos sedientos de frases controversiales, en muchas ocasiones sin ninguna justificación ni sustento de tipo económico. El populismo es el hilo conductor de casi todas las salidas del importante funcionario, pues nada más fácil que descalificar al Ministro de Hacienda, la cartera encargada de llevar las finanzas del país.
Garzón ya se había metido al comienzo de la administración Santos con el exministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, y ahora lo hace con el jefe de la cartera, Mauricio Cárdenas, mandando mensajes en público que bien los pudiera hacer al interior del Gobierno. No está bien que el Vicepresidente le diga a un ministro: “que se baje del pedestal y se unte de pueblo”. Esas palabras están cargadas de resentimiento social y si se profundizan no tienen ningún soporte, pues Cárdenas ha sido un ministro muy ligero en repartir subsidios a todos los productores agropecuarios que acuden a paros, huelgas y protestas, para que sean los impuestos de todos los colombianos, los recursos que patrocinen muchas incompetencias.
El pasado jueves, Garzón le pidió al ministro Cárdenas una reunión con palabras desconcertantes para un colega de administración: “que venga el Gobierno Nacional, el Ministro de Agricultura, y al Ministro de Hacienda le digo que se baje del pedestal, que sienta más el pueblo, que se unte de pueblo que es muy importante para él”. Son palabras de grueso calibre si se miran en términos políticos e innecesarias si vienen de un colega de gobierno. En pleno proceso de diálogo con los grupos guerrilleros y en donde se debe mostrar un Gobierno sólido que represente la institucionalidad, el exlíder sindical no puede fracturar una unidad ejecutiva con enfrentamientos inoportunos.
La administración Santos no solo está enfrentando un violento paro de campesinos en la región de Catatumbo en Norte de Santander, donde se puede estar jugando el futuro de los diálogos con la guerrilla y la situación puede ser la cuota inicial de la peligrosa disputa por la llamadas reservas campesinas, sino que también debe ‘torear’ a los productores agropecuarios que no están en los gremios que quieren más subsidios y que han convocado un paro para el próximo agosto.
La temporada electoral se acerca con más crispación que nunca y los servidores públicos deben proceder con altura para lo que fueron elegidos, y como bien se ha dicho, si el Vicepresidente tiene aspiraciones políticas que las revele y no acuda a la agitación para ganar adeptos o pescar en río revuelto.