Hoy la economía está a prueba por un ambiente de incertidumbre. Mientras muchos se preguntan si Hugo Chávez está vivo, otros dan por descontado que Barack Obama se posesiona medio muerto del susto, porque está a punto de una crisis financiera por falta de plata.
Hoy, cuando el primer presidente negro de Estados Unidos juramenta su segundo mandato tras la reelección, esa potencia económica tiene a los mercados en vilo, porque no es clara la posibilidad de un acuerdo sobre un nuevo tope de la deuda.
Desde ya se descartó la posibilidad de emitir una sola moneda con denominación de un billón de dólares, que se guardaría en las cajas fuertes del banco de la Reserva Federal, FED, para respaldar más deuda, lo que implica que la negociación en el Congreso irá para largo, aunque la plata alcanza apenas hasta febrero.
Los mercados están pendientes de una posible nueva crisis económica porque Estados Unidos deje de pagar sus deudas y nosotros acá seguimos el día a día de la telenovela sobre el problema de cáncer que aqueja el presidente del vecino país. Serían dos problemas graves y difíciles de resolver. Y eso que China va regular,
De Chávez no se sabe casi nada, que lo operaron y que se teme lo peor. Pero entre tanto hay alarma porque la calificación de Venezuela va cayendo y sus finanzas penden apenas del petróleo, nada más.
Igual sigue el problema para Estados Unidos, porque su calificación como los mejores para prestarles plata fue reducida y podría volver a caer si no hay un acuerdo para elevar el tope de la deuda estadounidense, que ya va en US$16,4 billones.
El problema de ellos es grave, porque quedarían como malos pagadores en el nivel internacional y se acabarían los dineros para el pago de seguridad social, a los veteranos de guerra, los sueldos militares o los controladores aéreos.
Pero en el concierto internacional, el peso de ese lío recaería en casi todas las latitudes. Por ejemplo, Colombia tiene en Estados Unidos su principal socio comercial y si allá no hay con qué pagar, pues la veríamos negra.
Según los cálculos de Anif, para 2013 la inflación colombiana podrá elevarse hacia el 3% y pronostica un crecimiento del PIB-real del 4,3%. Una proyección interesante si tenemos en cuenta que lo único claro en este inicio de año es que hay incertidumbre en todo el mundo.
Por su parte el Banco Mundial, hace énfasis en que la recuperación económica mundial está “frágil e incierta”, porque también siguen los problemas de plata en la zona euro, que se suman al lío fiscal de Obama.
Las perspectivas del BM indican que el Producto Interno Bruto, PIB, mundial del 2013 crecería hasta 2,4%, bajando del 3% que inicialmente contemplaba, mientras que en 2012 fue del 2,3%, menor a su proyección para el año que acaba de terminar.
Si el BM calcula que el PIB de los países en desarrollo subirá hasta 5,5% en 2013 después del 5,1% en 2012, el panorama se pone difícil cuando indica que la zona euro sólo comenzará a mostrar signos de recuperación en 2014.
A Obama le espera un largo camino de incertidumbre, porque se le agota el tiempo, por segundo año consecutivo para encontrar dinero suficiente para gastar, sin hacer recortes. A Chávez su convalecencia le pasará cuenta de cobro al país y nosotros en Colombia tendremos que ingeniar la manera de evitar que esos factores ataquen la economía doméstica, que apenas sigue ras con ras.
