La voz y el interés del productor

Como muchos de ustedes recordarán, el nuevo plan estratégico 2015-2020 aprobado en el pasado Congreso Nacional de Cafeteros le da una gran prioridad a la necesidad de gestionar los costos de producción. Para ello es necesario optimizar el uso del área de las plantaciones cafeteras a través de las densidades adecuadas, renovar con las variedades recomendadas, programar debidamente  los ciclos de renovación y aumentar la productividad con base en la fertilización, conociendo de antemano los nutrientes que el cultivo requiere a través de análisis de suelos que se realicen frecuentemente, de forma tal que los recursos invertidos en fertilización no se desperdicien comprando nutrientes que no se necesitan o generando desbalances entre los elementos presentes en los suelos cafeteros.

No debemos olvidar que el manejo del beneficio y la gestión de la productividad y los costos laborales son otro gran campo en el que podemos y debemos optimizar. A su vez debemos reconocer que las dinámicas regionales y las oportunidades de mejora varían según la región y las condiciones de la caficultura, aspectos que determinan factores como los formatos de producción, los ciclos de lluvia, la altura o la radiación solar, entre muchos otros asuntos.

Para identificar esas oportunidades y poder escalarlas a diferentes regiones y formatos, es indispensable oír la voz del productor. Es por ello que el Comité Directivo, en reciente reunión, ha solicitado realizar diferentes talleres en diversas regiones del país para llevar a cabo un juicioso análisis de oportunidades y debilidades, con cafeteros que se destaquen por ser productivos, que lleven registros de costos de producción, provenientes de diferentes zonas agroecológicas y cuyas fincas correspondan a diferentes formatos.

Hasta el momento y con el apoyo del Servicio de Extensión, se han realizado talleres en Municipios como San Gil y Pitalito, con la participación de cafeteros de Santander, Cundinamarca, Boyacá, Tolima, Huila, Cauca, Caquetá y Nariño. Los resultados de esta actividad como los costos de producción, los factores que afectan la viabilidad de la caficultura con sus causas y posibles soluciones y los componentes de éxito para ser competitivos, se unirán a los resultados objetivos de los  otros talleres que se realizarán en el centro y el norte del país.

Esta interacción entre caficultores y técnicos, de una manera ordenada y propositiva, será sin duda provechosa, no solo como elemento de referenciación entre regiones y formatos, sino como generador de ideas y motor de políticas prioritarias para gestionar correctamente costos en aquellos factores que tenemos injerencia como individuos, y en políticas que permitan obtener la sostenibilidad económica de la caficultura en aquellas variables en las que tengamos que actuar como un gremio activo y participativo frente a diferentes estamentos.

Otro tema que complementa este ejercicio de sostenibilidad económica, y que también está contemplado en nuestro plan estratégico, es la profundización de nuestra política de valor agregado en favor del productor, lo que se logra con una eficiente gestión comercial presente en las diferentes regiones cafeteras del país. Incluso, la Misión Cafetera destacó recientemente que la actividad comercial del Fondo Nacional del Café genera valor y debe conservarse, aunque estemos en desacuerdo en los mecanismos que sugiere para mantenerlo. Evidentemente el Fondo, al vender una creciente proporción de sus ventas en los segmentos de mayor valor, logra llegar al mercado con precios de venta superiores a los del promedio de los demás exportadores del país, como lo comprueban las cifras precios unitarios promedio de exportación del café verde exportado por el Fondo Nacional del Café frente al promedio de otros exportadores (cuyo promedio en los últimos años ha sido favorable al Fondo según cifras de la DIAN).

Crear valor, y transferirlo a los productores generando mayor competencia en el mercado interno por café de mejor calidad es una tarea en la cual estamos inmersos. No sobra recordar que al crear valor, los excedentes que se generan en la actividad comercial se utilizan única y exclusivamente en financiar programas del Fondo Nacional del Café, y que la Federación como gremio privado no recibe ninguna retribución adicional por ese positivo desempeño.

Una vez más, con este tipo de ejercicios y análisis, la Federación y los productores elegidos que tienen asiento en sus diferentes estamentos directivos demuestran que piensan y planean en el largo plazo con la voz y el interés del productor como elemento indispensable para la creación de políticas. Aquí no nos limitamos a la coyuntura o al análisis superficial o malintencionado de las cifras.