A menudo se afirma que los tratados de libre comercio abren puertas para los nuevos exportadores, empero, con el reciente tratado de libre comercio firmado con Estados Unidos, que entró en vigencia el pasado mes de mayo, aún los resultados no son evidentes.
Si se evalúan las exportaciones totales con Estados Unidos, según datos del Dane, para mayo de 2012 se alcanzó un total de US$1.664.293 miles, por su parte, en octubre las exportaciones decrecieron y llegaron a un total de US$1.631.607, aunque la caída es tan sólo del 2%, se debe tener muy presente que las ventas externas que se realizan a este país se concentraron en: i) perlas finas, piedras y metales preciosos con una tasa de crecimiento de 45% con respecto al periodo anterior; ii) combustibles y aceites minerales (1.3%), y iii) azucares y artículos de confitería (74.1%). Estados Unidos continúa siendo el principal destino de las exportaciones colombianas (36.8% del total FOB del valor exportado mientras que para el 2011 llego alcanzar el 38.5%), pero no se están aprovechando las oportunidades que el Gobierno Nacional aseveró se tendrían en el corto plazo, tales como agroindustria, prendas de vestir, autopartes, servicios de BPO, cuero, entre otras.
Es notable resaltar que durante los primeros diez meses de 2012, las exportaciones colombianas registraron un aumento del 7.4% respecto al mismo periodo del año anterior; sin embargo, este crecimiento se explica fundamentalmente por el crecimiento de las exportaciones del sector minero - energético, en especial, en petróleo crudo y los productos derivados de petróleo y conexos, los cuales pasaron de US$30.252 millones a US$32.637 millones.
La poca contribución de las exportaciones no tradicionales (-2.8% en toneladas métricas netas según Dane para 2012 respecto al año anterior) continúa siendo el talón de Aquiles para la economía colombiana. Aunque el total de exportaciones se ha incrementado velozmente en la última década, las exportaciones no tradicionales muestran una menor participación, para el 2003 con las distintas políticas comerciales que se realizaron se alcanzó a tener el 54% de las exportaciones no tradicionales en la economía nacional, hoy en día hemos perdido todo el avance realizado hace unos pocos años atrás. Para 2011 las exportaciones no tradicionales son tan sólo el 30% del total de las exportaciones del país.
Es claro que los tratados de libre comercio no son perversos a priori. No obstante, sin medidas específicas que promuevan sectores estratégicos regionales, estos mecanismos de facilitación del comercio limitan el desarrollo de algunos sectores manufactureros importantes en el país, y que generan en buena medida, un gran número de empleos formales y valor agregado.
Colombia no puede soportar más una agenda comercial con países como Turquía, China, Corea, Israel y tal vez Rusia, que sin lugar a dudas, coartan la competitividad y la productividad fabril, e impiden el desarrollo de nuevos sectores, pues las desigualdades comerciales entre estas naciones y Colombia son abundantes. Se debe romper el paradigma, en el cual la única solución para el crecimiento económico es una apertura abierta e indiscriminada.
Es claro que debemos ser mucho más analíticos y críticos a la hora de seguir negociando nuevos acuerdos comerciales, sin hacer un análisis prospectivo de los posibles escenarios en los cuales se desenvolverán algunas ramas productivas del país; ¿Se beneficiarán? ¿Serán perjudicadas?, son los primeros interrogantes que deben responderse y en medida a esto tomar acciones en procura de no perder empleos, de crear nuevas oportunidades de negocio y de forjar estabilidad en cadenas fabriles que tengan potencial.
