“No he hecho una novela de buenos y malos, sino que he dado voz a dos vidas”, Navarro

La escritora española Julia Navarro estuvo en el país para promocionar su novela ‘Dispara yo ya estoy muerta’ y aprovechamos para entrevistarla en El Paredón, donde habló sobre la exigencia de los lectores locales, las crisis internacionales y las voces y visiones plasmadas en su libro desde una familia palestina y una judía.

¿Cómo le fue en su visita por estos días en Colombia?
La verdad yo estaba muy emocionada porque fue mi primera vez en Colombia, un descubrimiento de un país, de una ciudad como es Bogotá.

Cómo le fue con los lectores, con el público, que aunque no es muy grande le gustan las buenas novelas, las buenas historias...
Es un lector muy cualificado, venir a presentar un libro en Colombia no es muy fácil, los lectores colombianos son muy exigentes, por eso es un reto mucho más importante el intentar colarme en las casas de los colombianos y que mi libro este en sus librerías.

Cuéntenos sobre su novela ‘Dispara yo ya estoy muerta’
Es una novela de personajes que comienza a finales del siglo XIX en la Rusia Zarista, uno de los últimos programas contra los judíos que pasa por la Primera y por la Segunda Guerra Mundial que termina en 1948 con el estado de Israel, es un escenario histórico sobre el que yo subo a mis personajes, pero lo importante no es el escenario, sino la historia de dos familias, en este caso una familia judía y una familia palestina que van viendo de una forma diferente los mismos acontecimientos, que tiene repercusiones diferentes en los personajes de ambas familias. Es una novela muy dura, una novela que no deja indiferente.

Usted esta parándose en una etapa del tiempo que es previo a la cocción de la Segunda Guerra Mundial y todo lo que pasa después con la ONU y el Estado, de alguna manera usted se traslada cien años antes de eso, pero los conflictos ya existían por la raza y por la religión, ¿o no se mete con ese tema?
Realmente el conflicto de Oriente Medio es consecuencia de la Primera Guerra Mundial y mucha gente piensa que a raíz de la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto es cuando realmente comienza el problema de la creación del estado de Israel, y no, no es cierto, el problema de Oriente Medio es una consecuencia de la Primera Guerra Mundial y del reparto que en ese momento hacen las dos potencias que eran Gran Bretaña y Francia, dividida en Europa y en el mapa de Oriente Medio, eso trae consigo la caída del imperio Otomano y que de repente hay una provincia del imperio Otomano, una provincia perdida, pobre, que es Palestina que queda en tierra de nadie y se queda sobre mandato británico, pero realmente el problema de Oriente Medio hoy, no lo podemos entender si no lo retrotraemos al fin de la Primera Guerra Mundial .

¿Y la novela se para en ese momento?
La novela se para en 1948, es decir, después de la Segunda Guerra Mundial y a partir de eso se crea el estado de Israel, porque yo no he querido hacer una novela de buenos y malos, he querido hacer una historia de dos sagas familiares que están viviendo todos esos acontecimientos que tienen efecto en cada una de las familias y que, digamos, el punto culminante es el punto 48 con la creación del Estado de Israel. Son dos historias que van transcurriendo en paralelo y dos historias en los que esos acontecimientos mundiales tienen un efecto radicalmente distinto en unos y en otros.

Hace pocos días sucedió lo de Kiev en Ucrania, que es el mismo escenario...
El tema es que Ucrania esta dividido en dos, una parte absolutamente europea y otra parte Rusa, eso es así, a veces se dibujan unas fronteras que no se corresponden con la realidad de la gente y eso termina, como pasó en Yugoslavia, aflorando y siendo un foco de problemas. En el caso de Ucrania, sobre todo, lo que hay es una guerra de intereses económicos y comerciales entre la Unión Europea, Estados Unidos y parte de Rusia.

Nosotros tenemos un problema similar en el vecindario con Venezuela y nos gusta que gente que no vive cerca como usted, nos cuente ¿cómo se ve Venezuela desde allá? ¿Cómo ven al sucesor de Hugo Chávez?
Bueno, se ve con un poco de asombro lo que está sucediendo en Venezuela y también un poco de preocupación por ese choque civil que está sucediendo, esa división que se ve de dos parte de Venezuela, la prochavista y la chavista. La preocupación es saber si van a ser capaces los dirigentes de ese país y los de la oposición, si van a ser capaces de evitar un choque civil, que es lo peor que puede suceder en un país, creo que hay que hacer una reflexión de fondo y es ¿por qué fenómenos como los de Chávez suceden? Creo que las burguesías han sido sumamente egoístas y han vivido al margen los problemas de la gente real, entonces cuando llega con demagogia promete el paraíso, quien no tiene nada es muy fácil que se enganche a ese discurso, entonces hay que sentarse a pensar en los antecedentes, por qué tanta gente decide algo que a uno le parece un poco disparatado, a lo mejor hay unas condiciones previas, cuando la gente no tienen absolutamente nada, pues se agarra del que le promete algo.

Entremos ya en el libro, como habla de dos familias, seguramente hay temas filosóficos, humanos, de lo que es la familia, ¿tuvo experiencias cercanas de ambas religiones, de ambas formas de vida?
Como periodista, a lo largo 30 años por Oriente Próximo, hay un proceso de vivencias. He estado en esas zonas, he conocido a muchas personas palestinas, a muchas familias judías y he escuchado lo que contaban unos y otros, y eso de alguna manera lo he terminado plasmando. Yo no he querido hacer una novela en el que hay buenos y malos, he querido hacer una novela en el que he dado voz a dos vidas, con diferentes maneras de ver la vida, de afrontarlas, a personas que están en un lado y de otro.