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Cabañas de lujo cercanas a las ciudades colombianas hoy son buscadas no solo por los ciudadanos locales sino que impulsan el turismo extranjero
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La plataforma está impulsando en Colombia alojamientos en medio de la naturaleza a pocas horas de las grandes ciudades y desarrollando el turismo de naturaleza
El año pasado cerró como uno de los más importantes de Airbnb en Colombia no solo por el fortalecimiento de su marca en el mercado de quienes buscan reservar un espacio o una experiencia, sino por los beneficios que le generó a diferentes sectores. Por ejemplo, según Fedelonjas, casi 15% del PIB turístico llegó por la plataforma y por el auge del multifamily y coliving. Además, el impacto de los viajeros que reservaron por Airbnb, tan solo en 2023 generó un movimiento de más de $8.400 millones.
Pero la plataforma también le sumó interés a turistas extranjeros y locales por un tipo de hospedajes que antes era muy difícil de encontrar, contactar o simplemente tener en cuenta; Airbnb le dio paso a que las personas consideren las cabañas o casas rurales.
Lugares con un diseño impresionante, rodeado de naturaleza, algunos con vista a lagunas o embalses de Colombia que fácilmente pueden ser la portada de una revista de diseño.
Para no ir más allá, tan solo si está ubicado en Bogotá y abre Airbnb desde su computador o celular, en la categoría casas rurales, los buscadores le podrán sobre el radar por lo menos más de 800 opciones cercanos, en espacios tan próximos como La Calera, o por qué no un road trip a Guatavita o Guasca para que se quede una o dos noches en alguna de estas propiedades que brillan por su arquitectura.
“Al que vive en la ciudad ahora le gusta, además del helado o el postre en carretera, una opción dónde quedarse que sea cómoda, atractiva y natural”, dijo Cristina Lagarza, quien tiene 4,85 puntos para su cabaña en Guasca, “es un lugar de lujo que gracias a Airbnb hasta los a europeos ahora conocen y fácilmente pueden venir a pasar varias noches”.
Hace cinco años, por cada 100.000 carros que salían un fin de semana de Bogotá, menos de 30.000 se quedaban una o dos noches y regresaban, hoy, a la luz de los datos de la Policía de Tránsito y Transporte, lo hacen por lo menos entre 60.000 y 70.000, “todos ellos impulsados por estos nuevos planes que hay cerca de las ciudades, pero antes no se sabía o no era fácil encontrar una cabaña, ahora claro, desde tu celular lo haces” dijo el consultor en tecnología de la U. Javeriana, Daniel Tovar. Precisamente, esto se debe a esa oferta que ha aparecido de alojamientos curiosos en medio de la naturaleza. De eso se trata el nuevo turismo que incluso el CEO de la plataforma Brian Chesky, ha expuesto "ir más allá de los clásicos alojamientos".
“Nos ha dado una muy buena exposición, y nos sirve porque además es recaudador, entonces eso nos ayuda a ser más organizados en la atención de los huéspedes”, dijo Juan Sanint, uno de los anfitriones mejor calificados en Airbnb, quien desde 2021 viene ofertando su alojamiento de cabañas con vista a la laguna de Guatavita en la plataforma.
Sus espacios en madera, con opción para que viaje con mascotas, y que pueda tener fogata de día o de noche, son el ejemplo de un nuevo tipo de turismo cercano a las ciudades. “Y que antes era difícil de darse a conocer”.
No se trata de un poco número de anfitriones en Airbnb que ofrecen casas cerca a las ciudades, por el contrario, cada año vienen apareciendo más espacios. Mientras hace unos pocos periodos estaba de moda el concepto de Glamping, la propia plataforma lo hizo evolucionar o avanzar aún más. Por eso, hoy en día puede encontrar casas rurales para quienes buscan arquitectura hogareña, cabañas para los que quieren diseño contemporáneo, como las que ofrecen vista a lagunas.
Pero curiosamente hoy la oferta se extendió a nuevos conceptos, como los molinos de viento, “alguna vez pensamos que literalmente el turismo podía ser una quijotada por el esfuerzo, pero por qué no, para que las personas lo vean con sus ojos” dijo Martín Ferreyros, quien tiene un molino donde las personas se pueden hospedar en Tiagua, España desde $361.570. Y con la evolución de anfitriones en Airbnb, Colombia no es la excepción. Hoy un día, uno de los más populares está en Chinauta, para una propiedad de 4,8 puntos, que puede recibir hasta 16 personas por tan solo $810.000.
Juan Camilo Loaiza, hace 10 años tenía el proyecto de que una casa de sus papás podría remodelarse para recibir parejas que busquen turismo de aventura en Ubaté un fin de semana. Hoy en día tiene una serie de pequeñas cabañas que Airbnb catalogó “minicasas” y brillan por su diseño, decoración y comodidades.
La sorpresa para el mercado fue tal que hoy es de esas experiencias catalogadas con cinco puntos por los visitantes, pues la mayoría lo ven como una nueva tendencia de propiedades que dejaron de ser únicamente de los bosques de EE.UU. o Europa, y ahora están a un poco distancia de las capitales colombianas.
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