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Este fue el veredicto del presidente de la FIFA, Gianni Infantino
Un torneo para comenzar a construir el futuro, un cementerio de favoritos, un lugar donde cumplir el sueño de toda una vida. El Mundial 2018 fue mucho más que un festival de goles de un mes de duración.
"La mejor Copa del Mundo de la historia", fue el veredicto del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y existen muchas evidencias para apoyar su punto de vista.
El anfitrión Rusia utilizó el Mundial para cambiar su marca global. El aislado gigante europeo mejoró su reputación al romper una serie de estereotipos negativos, exhibirse como una nación que puede albergar grandes eventos y dar la bienvenida a decenas de miles de visitantes que llegaron desde todos los rincones del mundo.
Lo mismo logró la selección local, que pasó con gran éxito a través del torneo. Rusia ocupa el puesto 70 del ranking de la FIFA y llegó al torneo con una racha de nueve meses sin victorias, por lo que había temores reales de que no pudiera ganar ni un partido.
Pero los pupilos del DT Stanislav Cherchesov derrotaron 5-0 a Arabia Saudita, terminaron segundos en su grupo y vencieron a la poderosa España por penales en octavos de final antes de caer finalmente con Croacia de la misma manera en cuartos.
Croacia llegó a su primera final en un Mundial, donde enfrentará a Francia el domingo, un logro notable para una nación de cerca de cuatro millones de personas.
Los croatas mejoraron su mejor marca de semifinales en 1998, su primer Mundial como nación independiente, con una emocionante victoria en tiempo extra sobre Inglaterra.
El joven equipo inglés de Gareth Southgate buscaba llegar a la final por primera vez desde su título en 1966, pero los croatas revirtieron la desventaja para seguir con vida en el torneo. Lo hicieron de una manera similar en los tres partidos de la fase eliminatoria, mostrando un espíritu admirable y un notable estado físico.
La reputación de Croacia y de Inglaterra mejoró enormemente por su desempeño en el torneo, algo que no se puede decir de todos los equipos participantes ya que ya que algunas de las selecciones de mayor renombre fracasaron estrepitosamente.
El campeón Alemania sufrió su eliminación más temprana en una Copa del Mundo en 80 años cuando terminó en la última posición del Grupo F tras las derrotas ante México y Corea del Sur.
Argentina y Lionel Messi necesitaron de un gol en el último suspiro para pasar la fase de grupos, a pesar de una derrota 3-0 ante Croacia y un empate 1-1 con Islandia, antes de ser eliminados por Francia en los octavos de final.
Messi fue en gran medida invisible en todo. No así el otro astro argentino, Diego Maradona, cuyo histrionismo y reacciones desmedidas fueron el centro de las transmisiones en televisión. Su punto más bajo fue cuando mostró los dedos del medio de ambas manos a los hinchas de Nigeria después del gol que le dio la victoria a Argentina.
"De las manos de Dios a los dedos de la vergüenza", fue el titular de un diario en América Latina.
La imagen de Neymar también se vio afectada después de que el delantero, el futbolista más caro del mundo, se fue del torneo sin gloria tras la derrota de Brasil en cuartos de final contra Bélgica.
A pesar de que intervino en algunas jugadas clave, su histrionismo exagerado y sus giros y caídas que desafiaban la gravedad dejaron a los expertos y comentaristas entre divertidos e indignados, y generaron muchos memes en las redes sociales.
Sin embargo, en términos generales ha sido un torneo limpio, con algunos arbitrajes excelentes. Hasta las semifinales e incluyendo esos partidos, solo hubo cuatro tarjetas rojas, la cifra más baja desde 1978.
El temor al VAR resultó exagerado, ya que en lugar de romper el ritmo del juego, eliminó la mayor parte de las trampas, ayudó a los árbitros a actuar en acciones que no pudieron ver y proporcionó niveles elevados de drama.
"Esto es progreso, esto es mejor que el pasado", dijo Infantino. "El VAR no está cambiando el fútbol, está haciendo más transparente el fútbol, haciéndolo más honesto y transparente y ayudando a los árbitros a tomar las decisiones correctas".
La honestidad y la transparencia no han sido exactamente las palabras de moda en el fútbol en los últimos años, por lo que si Infantino está en lo cierto, la reputación del deporte en sí podría ser la mayor beneficiada de Rusia 2018.
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