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El uso de pieles cultivadas en laboratorios, las materias primas recicladas y más acciones sociales, entre los avances de las marcas
Ser lo más amistoso que se pueda con el medio ambiente es uno de los objetivos latentes de algunos consumidores y marcas, y el lujo, por cierto, no se ha quedado por fuera. Lina Bustillo, consultora y experta en este mercado, explica que unos 10 años atrás se trataba de un rubro opcional, pero “hoy es un no negociable más allá de que sea una moda o no”.
Para responder entonces a lo que buscan los consumidores, las grandes marcas han optado por usar materias primas sostenibiles, mejorar su impacto socioambiental y reducir la huella de carbono de sus operaciones. Fendi y Louis Vuitton, por ejemplo, empezaron a apostarle a las pieles cultivadas en laboratorio como una alternativa a los cueros naturales.
También está el caso de Prada, que a partir de 2019 habría dejado de usar pieles y reemplazaría el nylon por nylon reciclado desde 2021.
Estas acciones, que reducen su impacto a la contaminación de la industria, adicionalmente les daría una mano con la atracción de nuevos clientes, teniendo en cuenta que 90% de los Gen Z (nacidos entre 1997 y 2015) creen que las empresas deben tener un compromiso medioambiental, según un estudio de SDA Bocconi y la Cámara Nacional de la Moda Italiana.
“Los consumidores conscientes buscan marcas que los representen a nivel de valores, qué ofrecen al entorno, las condiciones de trabajo, cómo ayudan a preservar el patrimonio”, añade Bustillo, quien explica que “los productos de alta calidad, al tener más durabilidad, son sostenibles por naturaleza”.
Estos esfuerzos, sin embargo, no se traducen en ser cautos en sus diseños, pues las marcas no dejan de lado ser controversiales y llamativas.
Esta semana Balenciaga, que ha anunciado metas en la reducción de su huella de carbono, se robó la atención del mercado con su nueva colección ‘Paris Sneakers’, unos tenis desgastados, confeccionados, según la marca, en “algodón y caucho completamente destruidos”.
“El discurso de Balenciaga es de ser disruptiva y la exclusividad da un status a sus consumidores. Aunque estén rotos la gente no busca tanto la funcionalidad sino la exclusividad”, dice Danae Chávez, experta en marketing de lujo.
El costo de los tenis oscila entre US$700 y US$1.800, dependiendo el modelo. En total solo habrá 100 pares disponibles en todo el mundo, inicialmente en Estados Unidos, Medio Oriente y Japón. En Latino América , por ahora, solo se ha habilitado la preventa.
Subasta de lujo llega a Bogotá
Bogotá Auctions subastará 167 lotes de moda vintage entre los que se encuentran carteras, lentes, joyería, cinturones, sombreros y otras prendas de vestir de grandes del lujo como Dior, Prada, Ferragamo, Louis Vuitton, Furla y Cartier, que hacen parte de colecciones de 1930, 1950, 1960, 1970, la década de los 80 y los 90. La casa de subastas expondrá las piezas disponibles hasta el 19 de mayo en sus instalaciones.
El primer lugar lo ocupa Dubái, Emiratos Árabes Unidos. En América Latina los destinos más famosos son México, República Dominicana, Colombia y Perú
El negocio creció de forma lenta pero constante durante los siguientes años, con pedidos procedentes de minoristas más grandes en más partes del país