“Abriré una escuela de apnea en Dominica”: Sofía Gómez Uribe, apneísta colombiana

La semana pasada el país recibió la noticia de que la apneísta colombiana Sofía Gómez Uribe, en una isla del Caribe llamada Dominica, había roto el récord mundial de apnea, al descender 83 metros bajo el agua.
Ese logro la catapultó como un ícono deportivo y el país empezó a escuchar de esta pereirana que vive en Medellín.
Ayer estuvo en la redacción para un Inside LR, donde habló de los retos que implica este deporte, el camino que siguió para romper el récord y sus proyectos en el futuro.

La apnea llegó a su vida hace apenas seis años, ¿qué detonó el gusto por esta disciplina?
Practicaba natación con aletas y un día empezamos a practicar disciplinas diferentes para evitar la monotonía. Hicimos apnea y logré 100 metros bajo el agua, en piscina. Lo siguiente que pasó fue a finales de 2010, que me dijeron que sí quería ir a competir. En ese campeonato hice récord nacional de 650 metros en piscina. Después, un amigo apneísta, Carlos Correa, me dijo que fuera al mar a hacer apnea. Bajé 40 metros el primer fin de semana, y lo siguiente pasó en 2013, en Honduras, donde tuve mi primera competencia internacional, y ahí sí empezó todo. Sin embargo, fue desde 2015 que me dediqué mucho más, pues ya no tenía tanto peso académico.

Esta actividad es desafiante. Seguramente conoce la historia de Audrey Mestre, quien murió intentando romper un récord de 171 metros, ¿no le asusta su futuro en la disciplina?
Eso pasó en una modalidad prohibida llamada “No limits”. Como yo la practico, bajo y subo por mis propios medios, no hay nada externo que me afecte. En “No limits” se hace apnea con bolsa de aire y ella tuvo un problema con la reserva de oxígeno en 170 metros: la bolsa estaba vacía y lastimosamente murió. En este deporte somos muy responsables. No es que esté desafiando a la muerte, se toman todas las precauciones necesarias. Tenemos monitoreo con sonar, y otras medidas. Incluso tenemos que anunciar la profundidad que vamos a alcanzar y la cuerda guía se pone de acuerdo a esa medida.

La gente en Colombia quiere que sus hijos sean ciclistas, futbolistas y hasta atletas por los íconos que tenemos en el país y por la fama y el dinero que generan, pocos dicen que quieren ser apneístas. ¿Esta disciplina es rentable?
Uno en el deporte tiene que ser inteligente, y verlo como un trabajo. No se puede decir que alguien va a vivir de apoyos y patrocinios. Hay que preguntarse cómo hacer para que me de para vivir. Por ejemplo, hay muchas marcas que se pueden interesar en financiar una carrera deportiva. Es rentable, seguramente no, pero si uno sabe cómo hacer las cosas para explotar el talento, sí es rentable.

¿Cuánto es la inversión inicial para una persona que quiere entrar a practicar esta disciplina?
Lo primero es hacer un curso de apnea. Los más básicos empiezan en $200.000. Lo demás es el equipo para practicarlo: unas aletas, vestido de baño, gorro y gafas; ya en profundidad toca tener traje de neopreno, que puede costar US$200, uno profesional US$1.000, pero eso es cuando uno ya está metido en el tema. Para empezar, la inversión puede ser de $1 millón.

¿Qué tantas empresas le apuestan a la apnea como patrocinadores? ¿Cuáles son los suyos?
Yo tengo dos, uno es Banco BBVA y la Fundación Sofía Pérez de Soto. Hasta ahora no tengo más marcas o empresas, pero confío en que después del récord les interese. No apoyan más porque hay un estigma de que la actividad es peligrosa y las marcas le temen a eso. Sin embargo, a mí no me parece: ¿a Nairo Quintana no le dicen que si tiene miedo de bajar esas pendientes a 100 kilómetros y caerse, verdad? A mí eso me parece más peligroso. Un patrocinio como el de BBVA, por ejemplo, me aporta 20%, aproximadamente, de lo que invierto en este deporte.

¿Hay una edad límite para hacer apnea? ¿Cuántos récords registra y cuál es la próxima meta?
La campeona histórica en apnea tenía 53 años y seguía siendo la campeona. Tenía todos los récords mundiales. En apnea, a medida que el cuerpo envejece es mejor para la disciplina: no gasta mucho oxígeno y el ritmo cardíaco disminuye. El último récord es mi mejor marca. Además, tengo tres panamericanos, uno suramericano.

¿Qué efectos tiene para un apneísta aguantar la respiración por tanto tiempo y someterse a esas presiones?
El cuerpo se somete a cambios fisiológicos, pero no se queman neuronas ni nada similar como la gente cree. Se adapta a no respirar. Todos los mamíferos, cuando entramos en contacto con el agua, bajamos el ritmo cardíaco, y la circulación fluye menos en las extremidades para conservar energía, es algo natural. Los pulmones se comprimen por la presión al tamaño de dos puños, y los alveolos se llenan de plasma para no colapsar y no tener daño pulmonar. Lo más difícil es compensar la presión en oídos. Hay técnicas que sirven para eso, como llenar los cachetes de aire y llevarlo hacia los oídos. Lo demás es mental. Bajo el agua uno desciende las pulsaciones a por 20 minuto, y el cuerpo entra en estado de concentración.

¿Hacia dónde proyecta su vida profesional cuando ya no pueda practicar la apnea?
El primer proyecto, que estoy trabajando con mi novio y entrenador, Jonathan Sunnex, es que abriré una escuela de apnea en Dominica. Es un lugar perfecto para hacer apnea: ni siquiera tenemos que tomar bote, hay bahías muy profundas. Estamos en el proceso legal para eso, que es de las partes más difíciles. En la plataforma invertimos US$10.000 y en la cuerda US$1.500. Una clase costará como US$350. También me gustaría montar una línea de ropa.

¿La apnea recibe apoya del Gobierno Nacional?
Podría decir sin miedo que el apoyo es nulo, pocos lo conocen y yo no le echo la culpa a nadie porque no me dan plata, somos pocos los que lo practican, pero sería chévere que se interesara la gente, hay espacios, hay grupos de apnea, las competencias han aumentado, pero el apoyo económico estatal es cero. A mi apoyaba Indeportes Antioquia pero hasta que cambiaron de gobernador. Eso es lo difícil de ser deportista en Colombia, no hay garantías para ser un deportista profesional, el apoyo es cada cuatro años, pero no se sabe, esa es una incertidumbre.