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El primer ministro británico, Keir Starmer, y el presidente estadounidense, Donald Trump, hablan con los medios de comunicación en la cumbre del G7 en Kananaskis, Alberta, Canadá.
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Starmer dijo que la proclamación aplicaría los acuerdos alcanzados sobre aranceles a los automóviles y el sector aeroespacial
El primer ministro Keir Starmer llegó a un acuerdo con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para implementar los términos comerciales revelados el mes pasado para reducir los aranceles estadounidenses sobre las principales exportaciones británicas y aumentar las cuotas del Reino Unido sobre ciertos productos agrícolas estadounidenses.
Trump y Starmer presentaron el lunes un documento firmado en la reunión del Grupo de los Siete en Kananaskis, Canadá, en el que acuerdan avanzar con medidas que faciliten el comercio de automóviles, productos agrícolas y aeroespaciales, pero no llegan a un recorte inmediato de los aranceles al acero, una petición británica clave.
"El Reino Unido está muy bien protegido", dijo Trump a los periodistas. "Porque me agradan, por eso, esa es su máxima protección".
Trump firmó el lunes una orden ejecutiva que también exime al sector aeroespacial civil del Reino Unido de los aranceles base de 10% por país, una importante medida de alivio arancelario para un sector estrechamente vinculado a la industria estadounidense. Las exportaciones automotrices del Reino Unido verán reducidos los aranceles estadounidenses de 27,5% a 10% a finales de junio, sobre una cuota anual de 100.000 vehículos.
En cuanto al acero, EE. UU. acordó eximir al Reino Unido hasta un cierto límite que aún no se ha establecido. El secretario de Comercio, Howard Lutnick, determinará el límite de productos que pueden ingresar a EE. UU. sin estar sujetos a los aranceles de 25%, según informó un funcionario de la Casa Blanca.
El Reino Unido, a su vez, se comprometió a trabajar para cumplir con los requisitos estadounidenses en materia de seguridad de las cadenas de suministro de acero y aluminio, incluyendo la naturaleza de la propiedad de las plantas siderúrgicas pertinentes, según el documento. Esto confirma las informaciones sobre la preocupación de Estados Unidos por la propiedad extranjera de British Steel, empresa que gestiona los últimos altos hornos británicos que producen acero a partir de materias primas. Si bien el gobierno británico ha asumido el control efectivo del fabricante, su propietario legal sigue siendo el Grupo Jingye de China.
En un momento incómodo, al presidente estadounidense se le cayó parte del documento al abrir una carpeta para mostrárselo a la prensa. Starmer recuperó las páginas del suelo, antes de que Trump lo describiera erróneamente como un "acuerdo comercial con la Unión Europea", el bloque que el Reino Unido abandonó hace cinco años.
Este es el primer acuerdo que Trump cierra tras su decisión de aumentar los aranceles a países de todo el mundo. Si bien el presidente estadounidense también ha logrado un marco comercial con China que redujo los aranceles, los acuerdos con otros socios comerciales han resultado más difíciles de alcanzar.
Su administración promocionará el acuerdo con el Reino Unido como una señal de que su guerra arancelaria está dando frutos, tras obtener concesiones británicas en materia agrícola. Ambos países acordaron el acceso recíproco a 13.000 toneladas métricas de carne de vacuno para los ganaderos estadounidenses y británicos, aunque el Reino Unido afirma que cualquier importación estadounidense deberá cumplir con sus normas de seguridad alimentaria.
Para Starmer, proteger a industrias clave de aranceles más agresivos antes de que otros países firmen sus propios acuerdos con EE. UU. es una reivindicación de su enfoque diplomático, negándose a criticar abiertamente a Trump. Sin embargo, la ausencia del acero por ahora supone un duro golpe, ya que un funcionario del Reino Unido afirmó que los aranceles se mantuvieron en 25 %, a pesar del documento marco del mes pasado que establecía planes para reducirlos a cero.
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