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El riesgo país incrementó ocho puntos tras el resultado de la primera vuelta, mientras que el sol peruano se devaluó 0,88% y el dólar subió a 3,63 soles
Luego de un apretado rally por ocupar el cargo más importante en la Casa de Pizarro y de dejar a 16 competidores en el camino, Pedro Castillo, del movimiento Perú Libre y con 19,09% de los votos totales, y Keiko Fujimori, candidata de Fuerza Popular que alcanzó 13,35% de los votos, se enfrentarán en una segunda vuelta presidencial.
Expertos y analistas de ese país no ven con muy buenos ojos el destino de Perú bajo cualquiera de los dos candidatos, pues hay preocupación por las personas que los rodean o por su modelo económico.
Tras los resultados de la primera vuelta, el riesgo país aumentó ocho puntos porcentuales, a 1,33 puntos básicos, que aunque lo ubica como el país con el riesgo más bajo de la región, podría fluctuar en los meses siguientes, de acuerdo a la probabilidad de victoria de Castillo sobre Fujimori.
De acuerdo con Pablo Secada, analista político y CEO de Opportunity Investments Perú, el escenario del país es de “plena incertidumbre, pues una eventual victoria de Castillo recortaría las posibilidades de atracción de capital extranjero, provocaría que los privados nacionales retraigan la inversión e impactaría negativamente la puntuación de riesgo otorgada por los las firmas calificadoras”.
De la misma manera, el experto advirtió que el país necesita reformas estructurales, económicas e institucionales profundas que, bajo su óptica, serán imposibles en el próximo quinquenio debido a la división del Congreso, donde hay cerca de 12 fuerzas políticas diferentes sin posibilidad de alianza.
“Nunca antes habíamos visto resultados tan bajos. Los candidatos no alcanzan ni 20% de las votaciones. Eso demuestra el descontento del país con la forma de liderar”.
Ahora bien, en la otra orilla, los bonos soberanos de Perú también reaccionaron al resultado en las urnas. El papel de la deuda soberana a 30 años cayó alrededor de US$1,1, según datos publicados por Refinitiv. La moneda peruana cayó el lunes 0,88% a 3,64 soles por dólar. En la apertura del mercado local, se había depreciado a ritmo de 2,07%.
Frente a este escenario, Carlos Casas, decano de la Facultad de Economía de la Universidad del Pacifico, en Perú, afirmó que “la tendencia que se verá en los próximos meses es que los mercados reaccionen con mayor cautela y nerviosismo ante un repunte de Castillo en las encuestas”.
En ese escenario, según el experto, se podría tener un dólar que suba hasta 3,85 soles por cada unidad. Sin embargo, dice Casas, un eventual remonte de Fujimori en las encuestas podría frenar el traumatismo en los mercados y elevar la confianza de los inversionistas.
En esa misma vía apuntó Secada, quien dijo que bajo el actual contexto político del país, la confianza empresarial se encuentra por debajo de 50%, y que Fujimori sería la candidata que más podría aliviar esa tensión y llegar a acuerdos dentro del Congreso con el fin de buscar apoyos que le permitan impulsar reformas económicas.
Los expertos prevén que el mayor reto que podría enfrentar el próximo presidente de Perú es lograr recuperar los 3,3 millones de empleos que desaparecieron a causa de la crisis generada por el coronavirus, y atraer capital extranjero que invierta en proyectos de minería e infraestructura, pues el país no cuenta con recursos públicos ni privados para impulsar el desarrollo de estos sectores que se han visto rezagados desde 2009.
A las previsiones pesimistas sobre el futuro económico del país se suma la tormenta política que ha venido enfrentado Perú en los últimos años.
La candidatura de Keiko Fujimori, para muchos, representa un legado de corrupción que se ha venido perpetuando en la política del país Andino, pues la candidata ha sido imputada por presunto lavado de dinero en sus anteriores campañas electorales, lo que le llevó a prisión preventiva durante 15 meses entre el 2018 y 2020.
Además, la precede el legado político de su padre, el expresidente Alberto Fujimori, quien fue condenado a 25 años de prisión por violación de derechos humanos durante su gobierno (1990-2000), y a quien Keiko Fujimori aseguró, durante la campaña, que pretende indultar en caso de ganar la presidencia.
Por último, Pedro Castillo, hace parte de un movimiento político que también ha estado rodeado por la corrupción. De hecho, el partido es liderado por Vladimir Cerrón, quien además de ser el principal padrino político de Castillo, estuvo en prisión por el aprovechamiento de su cargo para favorecer a terceros en la adjudicación de obras públicas en el país.
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