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Con 90,79% de las mesas escrutadas, la participación escala al 45,72%, por debajo del excepcional 68,26% de hace cuatro años
La participación en las elecciones catalanas escala hasta 45,73%, 23 puntos menos que el excepcional 68,26% de hace cuatro años. El miedo al covid-19, el crecimiento de 350% en el voto por correo y el mal tiempo están influyendo en que la participación, como estaba previsto, se deshinche lejos de las cifras de las dos últimas votaciones. En 2015 se alcanzó 63,21% a esta hora de la tarde.
Hay que remontarse a 2006, cuando José Montilla tomó las riendas de la Generalitat, para encontrar una participación tan baja. Entonces, se llegó a 45,31%, ligeramente por debajo que la de ahora. En 2010, subió a 48,39% y en 2012, a 56,30%. El mínimo histórico a las 18 horas se produjo en 1990.
En Barcelona, en línea con la media autonómica, la participación registrada ha sido de 45,93%, lejos de 68,58% de 2017. Por su parte, en Tarragona la afluencia a las urnas está siendo especialmente baja, solo de 42,84%, frente a 66,84% de la legislatura anterior.
Por su parte, en Girona, caladero independentista, el porcentaje ha llegado a 47,05%, frente a 68,16%, mientras que en Lleida la participación ha sido de 46,18%, en contraposición a 66,65% de hace cuatro años.
Las cifras muestran una participación ligeramente mayor en zonas donde el independentismo es más fuerte, como Girona o Lleida. Sin embargo, esto se corresponde con la tendencia histórica en las votaciones autonómicas, donde las comarcas metropolitanas, menos permeables al discurso soberanista, tienen más abstención.
Bernat Solé, conseller de Acción Exterior y Relaciones Institucionales, ha indicado que durante el recuento será necesario atender todas las medidas de seguridad. "Se prevé un tiempo superior para proclamar los resultados definitivos; no por tener los resultados antes tenemos que relajar las medidas", ha indicado.
El voto por correo alcanza una cifra récord
El voto por correo para este 14-F ha alcanzado la cifra más alta desde las primeras elecciones autonómicas de 1980, con más de 265.000 sufragios emitidos por este sistema, lo que representa además un aumento de 277% con respecto a los comicios de 2017. En concreto, han votado a través de esta vía 265.647 personas, 131.280 de las cuales han entregado su voto directamente en sus domicilios y 134.367 lo han hecho en las oficinas de Correos.
Los solicitudes presentadas para votar por correo dentro de los plazos establecidos ha ascendido a 284.706 y, de acuerdo con los datos provisionales facilitados por Correos, 265.647 ya han ejercido su derecho a voto, cuyo plazo finalizó el viernes a las 14.00 horas, después de que la Junta Electoral Central ampliara el periodo. Así las cosas, el voto por correo representa 5,3% del censo total de electores, frente a 1,48 % de 2017, comicios en el que votaron por correo 78.872 personas.
Por contra, el voto de los ciudadanos residentes en el extranjero, inscritos en el Censo Electoral de los Residentes Ausentes (Cera), ha sufrido una caída destacable y, según los últimos datos, han votado un total de 15.852 ciudadanos, frente a los 39.521 de las elecciones del 21 de diciembre de 2017.
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