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Tres de los cuatro países miembros disminuyeron su índice de precios al consumidor.
Con el inicio del nuevo año, alrededor del mundo se conocieron los datos de inflación de diciembre y, por lo tanto, el desempeño de los precios en 2017.
En el caso de los países miembros de la Alianza del Pacífico, todos menos México, registraron una menor inflación que en 2016. Además, Perú y Chile se ubicaron dentro del rango meta de sus respectivos bancos centrales, mientras que Colombia quedó por fuera del objetivo del Banco de la República por una diferencia mínima.
El índice de precios al consumidor (IPC) de Perú cayó de 3,20%, en 2016, a 1,36%, en 2017, la inflación más baja desde 2009. Por ello, logró ubicarse en el rango meta del Banco Central de Reserva del Perú, que es de 1% a 3%.
Según Jorge González Izquierdo, economista peruano, la disminución de la inflación se puede explicar por la desaparición de choques de oferta negativos que impactaban en los precios de Perú.
“Uno de estos choques es el fenómeno de El Niño, que a principios de 2017, causó inundaciones en gran parte del país, pero que a mediados de año llegó a su fin. El otro choque es la devaluación del dólar, cuyo precio disminuyó con la entrada de divisas al país por inversión de capital”, expresó.
Así mismo, González considera que la disminución de la alza de precios fue causada por las bajas expectativas inflacionarias del pueblo peruano y por el débil crecimiento del consumo interno, que el año pasado fue cercano a 2%. Para este año, el economista considera la inflación volverá a quedar en el rango meta, alrededor de 2%.
“El país ya empezó a sentir los efectos del fenómeno de La Niña, por lo que es muy probable que haya un aumento en los precios de los alimentos. Además, se estima que el consumo interno aumentará a 4% en 2018 y los pronósticos apuntan a que el precio del petróleo seguirá subiendo, lo que aumentará el precio de los combustibles al interior del país”, concluyó.
En Chile, la inflación disminuyó de 2,7%, en 2016, a 2,3% el año pasado, ubicándose dentro del rango meta del Banco Central de Chile, que va de 2% a 4%, si bien este había previsto en su informe de política monetaria de diciembre que el dato sería 2,1%.
La principal razón del menor aumento de precios se debería al retroceso que experimentó el dólar en el mercado chileno durante 2017, que se sumó al hecho que durante años anteriores, la economía chilena creció a su ritmo potencial.
"Para este año las expectativas inflacionarias de los peruanos están dentro del rango del Banco Central y esto podría influir en que la inflación se mantenga entre 1% y 3%".
"El incremento de los combustibles provocaron un efecto multiplicador en otros productos como el huevo y el azúcar, que son materia prima para otros alimentos".
"A nadie le gusta hablar de recesión, pero yo siento que la política monetaria y fiscal tuvieron un efecto regresivo".
En el caso de Colombia, la inflación pasó de 5,75% a 4,09%, tan solo 0,09 puntos porcentuales por encima del rango meta del Banco de la República, que tiene un mínimo de 2% y un máximo de 4%.
Para Salomón Kalmanovitz, profesor emérito de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, la disminución de la inflación es consecuencia de una serie de decisiones en política fiscal que se remontan a varios años anteriores y no solamente a 2017.
“A diferencia de otros países como Chile, Colombia no ahorró durante los tiempos de superávit, sino que se endeudó en el exterior y volvió más volátil la tasa de cambio. Esta decisión más la política monetaria del Banco de la República frenaron la economía y esto llevó a que bajara la inflación”, explicó.
En cuanto a las expectativas de este año, Kalmanovitz señala que la devaluación de la tasa de cambio y el alza del precio de petróleo van a contribuir a la disminución de la inflación y a que este año se esté dentro del rango objetivo.
“Sin embargo, hay que tener presente que la agricultura fue una gran razón para que la inflación no aumentara, ya que las condiciones climáticas favorables permitieron buena producción y precios bajos. Estas buenas condiciones parece que ya están cambiando”, mencionó.
En cuanto a México, la inflación aumentó de 3,36% a 6,77%, es decir que los precios crecieron en un orden de 101,48%. El país no logró su inflación objetivo, que el Banco de México fijó en 3%.
Según Ignacio Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), el alza de precios es resultado de la liberalización de la gasolina, que tuvo un aumento de 29%.
“La gasolina y el gas son los bienes que más impacto tienen en la canasta básica, por lo que el incremento de estos combustibles provocaron un efecto multiplicador en otros productos como el huevo y el azúcar, que son materia prima para otros alimentos”, dijo.
Por otro lado, Martínez señaló que otra razón para el aumento de precios es la depreciación del peso mexicano frente al dólar, ya que 63% de los alimentos y demás bienes que consumen los mexicanos son importados.
A pesar de estas causas y de que este año hay elecciones en México, lo que generaría incertidumbre en el país, el Banco de México estima que la tasa de inflación se reduciría a 3,91% a finales de 2018.
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