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A pesar de que la los precios de los productos alimenticios siguen cayendo, los productos en supermercados siguen en aumento.
A medida que se profundiza la caída en el precio de los productos alimenticios, desde el trigo hasta el aceite de cocina, el costo de los productos en los estantes de los supermercados continúa aumentando.
Casi un año después de la invasión rusa de Ucrania, que hizo que los granos y otros productos básicos alcanzaran un récord, el índice de costos de alimentos y productos básicos de las Naciones Unidas cayó por décimo mes consecutivo en enero. La racha descendente más larga en al menos 33 años contrasta con la inflación de alimentos que está empeorando la crisis del costo de vida para los consumidores.
Los ejecutivos de alimentos advierten sobre más aumentos de precios por venir, incluso cuando las materias primas como el aceite de palma y los productos lácteos disminuyen. Los diplomáticos hablan de la peor crisis alimentaria desde la Segunda Guerra Mundial, con partes de África al borde de la hambruna .
Esta sorprendente disonancia subraya el importante lapso de tiempo que transcurre hasta que los precios a pie de finca se traspasan a los que pagan los hogares. Además, los productos alimenticios solo representan una pequeña proporción de los insumos de costos para productos como los cereales para el desayuno.
En los EE. UU., la porción de alimentos que se consumen en el hogar a nivel de granja es aproximadamente una cuarta parte de los costos, y solo alrededor del 5% cuando se come fuera de casa, según Joseph Glauber, ex economista jefe del Departamento de Agricultura de EE. UU.
Toma pan. El costo del trigo representa hasta una décima parte del costo total de una hogaza, dijo Glauber. El resto se maneja transportando el trigo, moliéndolo, haciendo y horneando el pan, empacándolo y abasteciendo las tiendas de comestibles, dijo.
Los precios más altos de la energía todavía se están reflejando en los costos de procesamiento, los trabajadores exigen salarios más altos y los proveedores presionan a los minoristas para que paguen más.
Es "el final del impacto del precio de la energía que todavía se está filtrando", dijo Archie Norman, presidente del minorista británico Marks & Spencer, en una entrevista la semana pasada. “Y en segundo lugar, los costos laborales. Tenemos el aumento del salario mínimo. Eso afecta a casi todos los cultivadores, productores y fabricantes”.
La inflación ha tocado techo pero los precios de los alimentos no, dijo Alan Jope, el jefe saliente de Unilever, que fabrica la mayonesa Hellmann's y el helado Ben & Jerry's. El gigante de la alimentación Nestlé SA espera que la inflación persista en la primera mitad del año con algo de moderación después de eso, según el director financiero, Francois-Xavier Roger.
Sin duda, hay señales de que algunos precios están bajando. En EE. UU., la inflación de los alimentos experimentó el aumento más pequeño en diciembre en 21 meses debido a la caída de los precios del tocino, la harina y la fruta fresca. La inflación está comenzando a moderarse, pero los precios siguen subiendo, según el jefe de Conagra Brands Inc., el fabricante de alimentos congelados Birds Eye y Slim Jim Jerky.
“Este súper ciclo de inflación ha sido más significativo y más persistente de lo que creo que nadie esperaba al principio”, dijo el director ejecutivo Sean Connolly en una entrevista el mes pasado.
Esa moderación no consolará a muchos consumidores en países de bajos y medianos ingresos, que se han visto particularmente afectados por el aumento de la inflación de los alimentos, dijo el Banco Mundial a principios de esta semana. Una combinación de la reducción de las reservas de divisas, el debilitamiento de las monedas locales y las presiones de la deuda están socavando las economías locales.
Y en cuanto a los precios de las materias primas, todavía hay mucha incertidumbre en los mercados, dijo Glauber, investigador del Instituto Internacional de Investigación de Políticas Alimentarias.
Los productos básicos agrícolas y los fertilizantes siguen siendo históricamente caros , mientras que las reservas de granos siguen siendo escasas justo cuando el clima extremo en lugares como Argentina y el este de África daña las perspectivas de cosecha, dijo el grupo de expertos con sede en Washington la semana pasada. También el arroz, la columna vertebral de la seguridad alimentaria mundial, debe ser vigilado de cerca.
“Todavía hay riesgos”, dijo en una entrevista Erin Collier, economista de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. "Los precios han bajado, pero siguen altos y parecen firmes".
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