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La inflación anual en la mayor economía de América Latina alcanzó 4,12% a principios de septiembre, dijo la agencia Ibge
La inflación de Brasil se desaceleró mucho más de lo esperado en su lectura de mediados de septiembre, mostraron datos oficiales el miércoles, en las primeras cifras de precios al consumidor publicadas desde que el Banco Central del país decidió embarcarse en un ciclo de endurecimiento monetario.
La inflación anual en la mayor economía de América Latina alcanzó 4,12% a principios de septiembre, dijo la agencia de estadísticas Ibge, desacelerándose desde 4,35% del mes anterior y por debajo de 4,30% esperado por los economistas en un sondeo de Reuters.
En el mes hasta mediados de septiembre, añadió el Ibge, los precios al consumidor subieron 0,13%, mientras que los economistas estimaban un aumento de 0,30%.
Ambas cifras se situaron por debajo de las previsiones mínimas del sondeo de Reuters entre 16 economistas, que se situaban en 4,20% y 0,21%.
Los nuevos datos llegan después de que el Banco Central de Brasil subiera la semana pasada su tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos, para llevarla a 10,75%, y señalando que se avecinan más alzas para hacer frente a unas perspectivas de inflación desafiantes, impulsadas por una actividad económica más fuerte de lo esperado.
Los responsables monetarios del país han expresado su preocupación por las expectativas de inflación desancladas y han prometido volver a situar los precios al consumidor en su objetivo de 3%, que tiene un margen de tolerancia de más o menos 1,5 puntos porcentuales.
La subida de los precios al consumidor a inicios de septiembre se debió al encarecimiento de la vivienda y los alimentos, según el Ibge. Sin embargo, las caídas de los precios del transporte y los gastos personales compensaron en parte esas alzas.
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