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EE.UU. ataca objetivos del Isis en Siria en demostración de fuerza tras salida de Ássad
Unos 900 soldados estadounidenses están desplegados en Siria como parte de una misión para prevenir un resurgimiento del Estado Islámico
Los ataques aéreos estadounidenses alcanzaron docenas de objetivos del Estado Islámico en el centro de Siria el domingo, mientras el presidente Joe Biden advirtió que la caída de Bashar al-Ássad del poder podría abrir la puerta a un resurgimiento del extremismo islámico.
“Tenemos claro que el Isis intentará aprovechar cualquier vacío para restablecer sus capacidades y crear un refugio seguro”, dijo Biden en declaraciones en la Casa Blanca. “No permitiremos que eso suceda”.
Unos 900 soldados estadounidenses están desplegados en Siria como parte de una misión para prevenir un resurgimiento del Estado Islámico. Biden dijo que esa misión “se mantendrá”.
El grupo rebelde que lideró la ofensiva en Siria que derrocó a Ássad, Hayat Tahrir Al-Sham, es una facción escindida de Al Qaeda que hoy se presenta como más moderada. Conocida como HTS, está clasificada como organización terrorista por Estados Unidos y otros países.
“Seguiremos vigilantes”, dijo Biden el domingo. “No se equivoquen, algunos de los grupos rebeldes que derrocaron a Ássad tienen su propio historial sombrío de terrorismo y abusos a los derechos humanos”.
Decenas de ataques aéreos estadounidenses con bombarderos B-52 y cazas F-15 alcanzaron más de 75 objetivos, incluidos líderes, operativos y campamentos de Isis, dijo el Comando Central de Estados Unidos en un comunicado.
“No permitiremos que el ISIS se reconstituya y se aproveche de la situación actual en Siria”, dijo el comandante del Centcom, general Michael Kurilla, en el comunicado. “Todas las organizaciones en Siria deben saber que las haremos responsables si se asocian con el ISIS o lo apoyan de cualquier manera”.
En la Casa Blanca, Biden elogió un “momento de oportunidad histórica” para Siria y Medio Oriente, aunque dijo que también es “un momento de riesgo e incertidumbre”.
El rápido avance de los grupos rebeldes en las últimas dos semanas puso fin al gobierno de Ássad desde 2000 y a más de medio siglo de poder de su familia.
“Por fin, el régimen de Ássad ha caído”, en un “acto fundamental de justicia”, afirmó Biden. Ássad contaba con el respaldo de Rusia, Irán y el grupo militante libanés Hezbolá, pero “los tres son mucho más débiles hoy que cuando asumí el cargo”, afirmó.
Biden se comprometió a apoyar a los vecinos de Siria (Jordania, Líbano, Irak e Israel) contra cualquier amenaza que surja de Siria; a centrarse en garantizar la estabilidad en el este de Siria y proteger a las tropas estadounidenses y a los estadounidenses en Siria; y a colaborar con todos los grupos sirios mientras forman un nuevo gobierno.
Biden enfrenta un cronograma ajustado para cualquier acción en Siria, mientras el gobierno mantiene una fuerte participación en la guerra de múltiples frentes de Israel y se prepara para pasarle la posta al presidente electo Donald Trump, quien ha señalado una postura más aislacionista en los conflictos globales, incluidos Siria y el Medio Oriente en general.
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