Escándalos en nuevo Gobierno de Brasil, una esperanza para Rousseff

El ex futbolista y ahora senador Romario sorprendió al Gobierno la semana pasada al anunciar que ya no estaba seguro de votar a favor de remover a Rousseff. La primera presidenta de Brasil fue llevada a juicio por el Senado el mes pasado bajo cargos de violar leyes presupuestarias.

Su anuncio tuvo lugar después de una serie de errores políticos y escándalos que han golpeado al Gobierno interino, formado hace apenas tres semanas, incluyendo la renuncia de dos ministros luego de que grabaciones filtradas insinuaran que intentaron bloquear una masiva investigación sobre sobornos en la estatal Petrobras antes de asumir.

Las grabaciones, hechas en secreto por un acusado en la investigación de Petrobras que concretó un acuerdo de culpabilidad con fiscales, parecían haber respaldado la afirmación de Rousseff de que el juicio en su contra era una conspiración de la oposición para quedarse con el poder y evitar cargos judiciales.

El pedido de un fiscal el martes para el arresto de cuatro miembros de alto rango del partido PMDB del presidente interino Michel Temer por supuestamente obstaculizar la investigación, incluyendo el presidente del Senado y un ex mandatario brasileño, podría influir en los senadores que están reconsiderando su posición sobre condenar a Rousseff y separarla permanentemente de su cargo.

Según encuestas de medios brasileños, más de una decena de los 55 senadores que votaron el mes pasado por el juicio contra Rousseff están ahora indecisos.

Si solo un par cambia de lado, el bando de Temer perdería los 54 votos necesarios -dos tercios de las 81 bancas del Senado- para condenar a Rousseff. La presidenta entonces podría seguir con su mandato hasta el 2018, aunque muchos en Brasilia piensan que su posición sería muy débil para gobernar y tendría que convocar a elecciones anticipadas.

"Va a estar muy parejo. No me he decidido", dijo el senador Cristovam Buarque a Reuters. "Hay seis o siete senadores que no están decididos y podría darse cualquier resultado", agregó.

Como Romario, quien renunció a su lugar en la comisión de juicio político el 1 de junio tras criticar la designación de ministros investigados en el escándalo de Petrobras, Buarque dice que las malas elecciones de Temer para el gabinete han hecho que algunos senadores reconsideren su postura.

"El juicio se ha convertido en una elección entre Rousseff y Temer, a quien también se juzgará por su actuación como Gobierno", dijo Buarque. "La presidencia se decidirá en dos o tres votos", agregó.