El impuesto a las emisiones agrícolas de Nueva Zelanda será el más bajo posible

Nueva Zelanda establecerá gravámenes sobre los gases de efecto invernadero de las granjas de la nación al nivel más bajo posible para no sobrecargar a los productores primarios.

“Lo más importante es establecer un sistema de reducción de emisiones que dure”, dijo la primera ministra Jacinda Ardern en un comunicado el miércoles en Auckland. “Estamos trabajando arduamente junto con el sector agrícola para lograr el equilibrio entre generar buenos niveles de participación en el sector y, al mismo tiempo, garantizar que el sistema sea sólido y cumpla con nuestros objetivos de reducción de emisiones”.

En octubre, el gobierno indicó que gravaría las emisiones agrícolas a nivel de granja en lugar de incluirlas en el esquema de comercio de emisiones. Los agricultores protestaron por el requisito de comenzar a pagar un precio regulado por sus emisiones de metano, dióxido de carbono y óxido nitroso, diciendo que obligaría a muchos a abandonar sus tierras, lo que reduciría las exportaciones del país y perjudicaría a las comunidades rurales.

La respuesta de hoy sigue a un período de presentación de la industria y representa un "sistema viable", dijo Ardern. Incluye un camino de cinco años para los gravámenes desde el comienzo en 2025 para brindar certeza a los agricultores, y también permitirá la participación de la industria en el proceso de establecimiento de gravámenes, dijo.

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Como se anunció en octubre, los ministros establecerán los gravámenes según el asesoramiento de la Comisión de Cambio Climático. Pero el gobierno acordó que una junta con representantes del sector agrícola y maoríes brindará asesoramiento y actuará como una vía para los aportes del sector.

El gobierno también está trabajando con el sector para desarrollar un proceso para reconocer el secuestro de carbono de la plantación en la finca para que pueda usarse como compensación de los gravámenes por emisiones.

Ardern dijo que el objetivo compartido del gobierno con la industria es apoyar a los agricultores para aumentar las exportaciones, reducir las emisiones y mantener la ventaja competitiva internacional del sector.

“Nueva Zelanda necesita estar al frente de la fila para mantenerse competitivo en un mercado que exige cada vez más productos producidos de manera sostenible”, dijo.

Los socios del grupo industrial He Waka Eke Noa, que incluyen Beef+Lamb New Zealand, Dairy New Zealand y Meat Industry Association, dijeron que el gobierno se está moviendo en la dirección correcta, pero hay trabajo por hacer en los detalles.

Acogieron con beneplácito el compromiso de tener en cuenta los impactos sociales, culturales y económicos al establecer los precios de las emisiones, así como el compromiso en principio de reconocer todas las categorías de secuestro, según un comunicado. Dijeron que no hay apoyo para un enfoque que impulsa la reducción de emisiones a cualquier costo.