"El BCE analizará los activos de la banca que supervise y el resultado puede ser malo"

El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha advertido hoy de que todavía pueden quedar sorpresas negativas en los balances de los bancos, lo que obliga a tener listos los instrumentos europeos para apoyar a las entidades. Dijsselbloem se ha mostrado a favor de crear un fondo de garantía de depósitos único en la eurozona, aunque ha advertido de que este será la última pieza de la unión bancaria.

Dijsselbloem ha asegurado que el Banco Central Europeo (BCE), antes de asumir el papel de supervisor financiero único, realizará una "revisión de la calidad de los activos" de las entidades que empiece a vigilar y advirtió de que su "resultado puede ser preocupante". Así lo ha asegurado el presidente del Eurogrupo en una conferencia sobre la unión bancaria que se celebra hoy en Bruselas.

Por ello, Dijsselbloem ha insistido en la importancia de tener listos los mecanismos europeos de apoyo a la banca, para poder lidiar con las sorpresas que puedan surgir de esos análisis de los balances bancarios. En este sentido, Dijsselbloem ha subrayado la necesidad de "respetar un orden". El holandés se ha mostrado a favor de crear un fondo de garantía de depósitos común, pero ha matizado que este debe ser "la última pieza" de la unión bancaria. Antes, deben estar listos tanto el sistema único de supervisión, el sistema único de resolución de entidades y un saneamiento de los bancos de la zona euro.

Esta posición del Eurogrupo choca con la postura defendida por Alemania, que se muestra muy reticente a crear un fondo de garantía de depósitos único, en el que sus bancos deberían contribuir a salvar a los depositantes de otros países. De hecho, tanto la Comisión Europea como el Consejo Europeo, conscientes de la complejidad política del asunto, sacaron este instrumento de sus planes de unión bancaria a corto y medio plazo.

La ruta hacia la unión bancaria

En estos momentos, la UE ha llegado a un acuerdo político sobre el marco legal del supervisor financiero único (que ejercerá el BCE y podrá empezar a operar a finales del primer semestre del año que viene) y está trabajando en una directiva que regulará la liquidación y reestructuración de entidades. Esto es: quién paga la factura en caso de rescate bancario.

En paralelo, el Eurogrupo está definiendo los criterios para que el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) pueda recapitalizar bancos directamente y el mes que viene la Comisión Europea presentará su propuesta para la creación del Mecanismo Único de Resolución de entidades, para intervenir bancos problemáticos.

En este punto, Alemania vuelve a mostrar discrepancias y amenaza con retrasar sine die la unión bancaria. Según las tesis de Berlín, los Tratados Europeos actuales no permiten la creación de un instrumento de estas características por lo que exigen un cambio en los Tratados. Pero según fuentes diplomáticas, este cambio no podría hacerse por la vía abreviada, sino que debería pasar el proceso completo, que incluye referéndums en varios países, lo que pondría en riesgo todo el proyecto.

Además, existe otro proyecto de Directiva para homogeneizar los fondos de garantía de depósitos europeos (que contempla la posibilidad de que se presten dinero entre ellos), aunque Dijsselbloem ha dicho explícitamente que eso es solo un primer paso y que cree "necesaria" la existencia de un fondo de garantía de depósitos comunitario.