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La tasa de desocupación bajó 0,8 puntos porcentuales frente a los niveles prepandemia, pues en 2019 esta fue de 8%. El empleo femenino se recuperó mejor que el de hombres
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentó su informe “Actualización sobre la situación del empleo en América Latina y el Caribe”. Entre los datos principales que revelaron, se dio a conocer que la tasa de desocupación se redujo en 2022 a 7,2%, mejorando frente a las cifras pre pandemia en 0,8 puntos porcentuales, pues en 2019 esta se ubicó en 8%.
En el análisis por país, se resaltó que solo en 10 países la tasa de desocupación fue inferior a 2019. Sin embargo, en varios países esta tasa superó 7%. La organización señaló, además, que uno de los problemas fundamentales que se debe atender para llegar a una recuperación total del empleo en la región es la informalidad. Lo anterior teniendo en cuenta que esta tasa es de 50%, lo que quiere decir que uno de cada dos trabajadores son informales.
Claudia Coenjaerts, directora regional de la OIT, entregó un contexto general de las coyunturas que terminaron afectando el crecimiento de la región, entre ellas la del covid-19 y los conflictos geopolíticos. “La guerra entre Rusia y Ucrania y las altas presiones inflacionarias terminaron generando mayores dificultades para acceder al mercado laboral en la región”, dijo.
Por eso, al mismo tiempo dijo que este año esos progresos podrían estancarse. “El escaso dinamismo de la economía pronosticado para 2023 afectará negativamente la generación de nuevos empleos y eso hará que en 2023 la desocupación registre variaciones, llegando a niveles de entre 7,2% y 7,5%”.
En otros indicadores importantes del informe, la OIT reveló que, esta vez, el empleo femenino se recuperó mejor que el de los hombres en 2022. El primer sexo lo hizo con 19% y el segundo con 12%; pero fueron las mujeres de menor nivel educativo las de mayor contracción. Además, la tasa de informalidad para los jóvenes es mayor.
“La realidad es que una de cada dos personas trabajan en la informalidad, que suele estar acompañada inestabilidad laboral, bajos ingresos, sin protección social”, dijo Coenjaerts. De acuerdo a datos señalados en el informe, los informales tienen una probabilidad entre tres y cuatro veces mayor de ser pobres respecto a los trabajadores formales.
Frente a esto, Roxana Maurizio, especialista regional de la OIT, añadió que “entre 70% y 90% de los trabajadores pobres son informales”. Y es que, entre 20% y 40% de los desocupados hace más de un año que están en esta situación.
El informe también señala que se debe seguir atento a las presiones inflacionarias pues, los ingresos reales de personas trabajadoras en la región están siendo afectados por una tasa de inflación regional que se habría ubicado por encima de 8% en 2022, causando una pérdida del poder adquisitivo de los salarios medios y los salarios mínimos.
“Los ingresos laborales representan 80% de los ingresos de las familias, y por eso son esenciales para entender las entradas y salidas de personas en situación de pobreza. Si queremos avanzar hacía una región con mayor justicia social y menor desigualdad, será necesario adoptar medidas contundentes para generar más y mejores empleos”, concluyó Coenjaerts”.
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