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Mediante un comunicado de prensa, S&P informó que cambió a negativa la perspectiva de los tres bancos más grandes del país: Bancolombia, Banco de Bogotá y Davivienda, aunque dejó intacta su calificación. A este grupo, S&P sumó a Findeter y a la Financiera de Desarrollo Nacional en el conjunto de entidades con perspectiva negativa.
De acuerdo con el comunicado enviado por la agencia, el principal motivo para cambiar la perspectiva de estas corporaciones financieras es la debilidad del sector externo colombiano (el déficit en cuenta corriente del país está cerca de 6% del PIB y la deuda externa ha aumentado fuertemente), con lo que el sector financiero es mucho más vulnerable a los problemas que vienen del extranjero.
Adicionalmente, la calificadora señaló en el boletín que “la tendencia en el riesgo de la industria permanece negativa, y refleja la creciente dependencia de fuentes de fondeo mayorista, lo cual representa una vulnerabilidad potencial para el sistema bancario colombiano”.
En cuanto a los ingresos por intereses, la entidad reportó un acumulado de $416.952 millones, sumado a $46.791 millones de otros ingresos
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