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Daniella Rodríguez/LR
Héctor Juliao, country head de Credicorp Capital, analizó los retos de la integración de las bolsas de Colombia, Perú y Chile
La integración de las bolsas de Colombia, Perú y Chile vuelve a estar en el centro del debate. Aunque el proyecto enfrenta obstáculos regulatorios y tecnológicos, en el sector financiero hay consenso en que no hay vuelta atrás. El gran desafío, sin embargo, es recuperar la confianza de los inversionistas extranjeros. Héctor Juliao, country head de Credicorp Capital, analizó las oportunidades de valorización, los riesgos de seguir pagando tasas altas y la urgencia de ganar credibilidad en el mercado colombiano. “Hoy Colombia está barata, pero el inversionista ve mucha inestabilidad", dijo.
Cuando un mercado es pequeño, la mayor oportunidad es hacerlo más grande. Eso ya se ha visto en otras regiones: la integración permitió mayor desarrollo, como pasó en Europa. Para un inversionista internacional es más difícil mirar a Colombia de manera aislada; pero si le ofrecemos un portafolio ampliado de productos, resultamos mucho más atractivos. Un mercado integrado nos permitirá competir con otros emergentes y ofrecer mayor liquidez.
Hay muchos y deben resolverse. El reto inmediato es tecnológico: que las plataformas de las bolsas y de los intermediarios puedan operar como uno solo. Luego vendrán los tributarios, como el movimiento de recursos entre países, que es más complejo. Pero soy convencido de que no hay vuelta atrás: necesitamos avanzar para competir con EE.UU. y Europa.
Lo primero es ampliar la gama. Hoy tenemos 400 inversionistas activos entre los tres países, pero necesitamos más emisores, especialmente medianos y pequeños. Muchos terminan listándose afuera porque aquí encuentran un mercado poco líquido, con reglas exigentes y barreras regulatorias. Si logramos que vean en la región una alternativa viable de financiamiento, el mercado ganará profundidad y dinamismo.
Con mucha cautela. Ven oportunidades de rentabilidad, pero también una gran inestabilidad. Los cambios constantes en las reglas de juego, la sobrecarga regulatoria y la incertidumbre política generan desconfianza. Gobernar desde Twitter no ayuda. Desde afuera la lectura es: “mañana no sabemos qué va a pasar”.
Colombia está barata, eso es evidente. Tenemos un rezago de más de cuatro años en valorización. Las acciones siguen muy por debajo de su valor real y las tasas de renta fija todavía rondan 11%-12%, cuando deberían estar en 8%. Esa diferencia de 400 puntos básicos es tanto una oportunidad para el inversionista como un costo enorme para el país, porque implica pagar más impuestos para cubrir la deuda. Si recuperamos confianza y logramos que las tasas bajen, es equivalente a una reforma tributaria completa.
Las compraventas de vivienda se están acelerando, lo que anticipa que los precios corregirán al alza. Eso es un síntoma de confianza y de que parte del rezago empieza a cerrarse.
Sí. Los mercados financieros reaccionan más rápido que la política. Si un inversionista espera al próximo cambio de gobierno, ya será tarde.
Invitada por Asobolsa*
Los principales 20 accionistas de la holding quedaron con 94,2% de participación en total, equivalente a 570 millones de acciones
En materia de utilidades, entre 2022 y 2025, el banco alcanzó utilidades netas por $1,8 billones. Lo anterior representó un crecimiento de hasta 54% frente a la administración anterior
De acuerdo con los analistas, existe una sobrecarga de transacciones durante estos días, a la cual se le añade fallas por el traslado que hace la entidad a la nube