De cada 10 personas, ocho utilizan el efectivo para hacer los pagos de bajo monto

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A pesar de que ha aumentado el uso de los medios digitales, una encuesta del Banco de la República dejó ver que el efectivo aún es el instrumento que más utilizan las personas en los pagos de bajo monto, con 78,4% del total. Eso sí, luego de la pandemia el efectivo perdió participación, pues en 2019 era de 88,1%.

Le siguen las transferencias electrónicas (12,6%), tarjeta débito (7,9%) y la tarjeta de crédito (1,2%). El Emisor resaltó el notable impulso que experimentó el uso de las transferencias electrónicas, que en la encuesta de 2022 representaron 12,6%, esto es casi cinco veces el 2,7% registrado en 2019.

Bogotá es la ciudad que registra el menor uso del efectivo (67,5%) y la mayor participación de transferencias electrónicas (17,5%) y de tarjetas de crédito (2,5%).

Respecto al uso de tarjeta débito, Cali y Bogotá son las que presentan el mayor dato, con participaciones de 12,8% y 12,5 %, las cuales superan en casi 5% al promedio nacional.

A pesar de que el uso del efectivo ha disminuido frente a 2019, se mantiene que su uso es mayor en personas con ingresos bajos (90,6 %). Se evidencia que a medida que aumenta el nivel de ingresos, disminuye el uso del dinero físico y, al mismo tiempo, se aumenta el uso de otros instrumentos de pago.

Para la población que tiene ingresos de más de cinco salarios mínimos, el instrumento de pago más utilizado es la tarjeta débito, con una participación de 44,7%, la cual duplica a la del efectivo (22,3 %) y casi la de las transferencias electrónicas (23,2 %).

En cuanto al valor de los pagos mensuales en alimentos, bebidas, vestuario, transporte, vivienda y servicios públicos, los resultados de la encuesta del Emisor muestran que 51,6% de la población reporta un valor inferior a un salario mínimo, un porcentaje menor al reportado antes de la pandemia, en 2019 (43,1%).

El Banco Central también indago las razones de la preferencia por el efectivo, encontrando que, para el total nacional, entre la causas más relevantes están la facilidad y rapidez para pagar (15,3 %), la posibilidad de reutilizarlo de manera inmediata (15,1 %), la costumbre de usarlo (14,0 %) y para realizar compras de bajo monto (10,6 %) o en la calle (9,4 %).

En un menor porcentaje de importancia se encuentran, entre otras razones, que las compras pagadas con efectivo resultan más baratas (7,6 %), que no disponen de cuentas de ahorro o corriente, tarjeta
débito o crédito (6,2 %), que se considera menos riesgoso (5,7 %), que no se dispone de aplicaciones para realizar pagos (5,4 %), que brinda certeza de que el pago es efectivamente realizado (4,9 %), que existe miedo a la clonación de tarjetas débito o crédito (3,1 %) y que no queda registro de datos personales (2,7 %).