“Tenemos exceso de producción de leche cruda que no se vende industrialmente”

Los primeros meses de 2018 no han sido fáciles para los lecheros, pues hay dos temas latentes, e incluso contrapuestos, en la coyuntura nacional. Por un lado, existe la amenaza de la firma de un nuevo Tratado de Libre Comercio (TLC) con Nueva Zelanda, el cual tendría efectos sobre el sector por el aumento de la leche importada; y por el otro lado, las oleadas invernales han derivado, según el gerente general de El Pomar, Nelson Molano, en un exceso de producción local de leche cruda.

A pesar de ese panorama, los industriales creen que aún hay espacio para crecer en una industria que históricamente ha tenido un gran potencial. De hecho, Molano anunció que El Pomar invirtió $11.000 millones en la compra de maquinaria más eficiente para casi triplicar su capacidad de producción, pasando de seis millones de litros de leche al mes a 16 millones de litros en el mismo período.

¿Cuál es su balance del sector en la primera mitad del año?
Este año ha sido muy estable, con crecimientos muy bajos en la categoría, de alrededor de 2%. La economía estuvo quieta y además, este es un producto de consumo masivo, así que tampoco tiene picos de demanda. En estos meses, la oferta de leche cruda ha tenido un aumento importante debido al fenómeno invernal que ha estado presente todo el año. Como consecuencia, hemos tenido excesos de producción, pero esto ha beneficiado al consumidor con precios más bajos en la categoría.

¿Que oportunidades ve hoy en la industria?
La demanda de leche en el país es muy alta. Creo que la gran oportunidad está en el desarrollo de nuevas categorías de derivados porque ese consumo, frente a países cercanos a nosotros, es muy bajito. También creo que hay oportunidad de ampliar el consumo de lácteos hacia los estratos bajos.

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Y con coyunturas como el TLC con Nueva Zelanda ¿cuáles son las barreras?
La posición de la industria es que no deben hacerse más aperturas comerciales en términos de lácteos. Ya con Estados Unidos, por ejemplo, hay una parte importante de importaciones. Tanto los industriales, como el Gobierno, Fedegan y los lecheros tienen esa posición. En el país hay una gran demanda, pero no toda la leche cruda que se produce se comercializa de forma industrial, así que hay oportunidad de seguir creciendo sin importar más. Los tratados que existen son suficientes y lo que necesitamos es utilizarlos para exportar.

¿En qué proyectos están trabajando para lograr esa meta?
Acabamos de hacer una inversión de $11.000 millones en maquinaria para casi triplicar la producción, debido a que hemos tenido crecimientos importantes en los últimos años y necesitábamos materializarlos.

¿En cuánto aumentará la producción?
La capacidad de la planta es de seis millones de litros mensuales. Con esta inversión pasaremos a 16 millones de litros de leche al mes, sin derivados.

¿Con esa mayor capacidad van a buscar nuevos mercados?
Seguimos concentrados en Cundinamarca, este es nuestro mercado natural y queremos aprovechar estos equipos para ser más eficientes. La idea es consolidarnos primero aquí, antes de exportar.

Y a nivel nacional, ¿les interesa entrar a alguna región?
Es un plan a mediano plazo, en dos o tres años. Aquí tenemos 45% del consumo nacional.

¿Cuántas referencias tienen y cuántas sumarán?
Tenemos 20 entre leches, yogures, arequipes y cremas de leche y tenemos tres más pensadas para 2019.

¿Qué participación tienen de mercado y cuánto quieren crecer?
En lácteos tenemos entre 3% y 4% del mercado nacional, pero solo estamos presentes en Cundinamarca. La meta es estar en 7% entre este año y el otro año.

Gloria entró hace poco al mercado, ¿de qué forma esto dinamiza el sector?
Gloria es una empresa muy grande en Perú y que lleguen empresas de ese tamaño es positivo para el mercado, generan mayor consumo, traen nuevas propuestas, hacen inversiones y eso nos beneficia a todos.