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La abogada estaría en el cargo hasta diciembre. entre los nombres que están en el sonajero de sucesores el que más suena es el de Nicolás uribe
Después de seis años de estar liderando la Cámara de Comercio de Bogotá, Mónica de Greiff dirá adiós a la entidad, para darle paso a un hombre cercano al actual Gobierno.
Se especula que el sucesor de la abogada de la Universidad del Rosario y exministra de Justicia será Nicolás Uribe, quien fue representante a la Cámara por Bogotá del Partido de la U y consejero presidencial para las juventudes del primer gobierno de Álvaro Uribe.
La Cámara de Comercio de Bogotá (CCB) es una entidad de 141 años, fundada el 6 de octubre de 1878 y entre los retos, según el empresario Mario Hernández, está renovarse. “Con los cambios siempre es bueno decir que las empresas no se acaban, por ejemplo, los países cambian de presidente cada cuatro años y eso es bueno porque llega gente nueva con ideas nuevas”.
De Greiff, quien estaría en el cargo hasta diciembre, dejó en su legado en la entidad la inversión en el Ágora, la sede de Formación Empresarial en la Calle 94 y una sede moderna del Centro de Arbitraje de Conciliación.
Sobre el nombramiento de Uribe, quien llegaría en enero de 2020, se rumora que lo que se busca, además de una visión más cercana al empresariado joven, es también alejar a la entidad de la cercanía que tenía con el exvicepresidente Germán Vargas Lleras. Entre los opcionados también estaba Andrés López Valderrama, presidente ejecutivo de Corferias, sin embargo, la elección, donde intervino Luis Guillermo Echeverri Vélez, miembro de la junta de la CCB y cercano al presidente Iván Duque, se inclinó por Uribe.
Sobre los retos de la entidad que tiene un presupuesto cercano a medio billón, el exministro Gabriel Vallejo, conferencista empresarial y miembro suplente de la junta de la CCB, explicó que uno será “darle continuidad a la consolidación del trabajo con las Pyme, que han recibido un gran apoyo estos años. Segundo, seguir siendo un actor relevante dentro del empresariado y continuar con el proceso que dejó la administración de Mónica que buscaba convertir a la Cámara en un actor relevante para la ciudad”. En tercer lugar, Vallejo destacó la consolidación internacional.
Sobre esto, De Greiff había explicado que habían trabajado en “una gran apuesta en internacionalización. Buscamos crear puentes entre nuestros empresarios y el mundo y, entre las acciones que realizamos organizamos encuentros que nos permitan brindarle a los empresarios espacios de relacionamiento donde se identifiquen nuevos mercados”.
Como cuarto reto los expertos señalaron que hay unos proyectos muy claros en los que se ha venido trabajando el último año en emprendimiento, economía naranja y unas prioridades trazadas por el Gobierno. Así que “una vez la persona llegue seguirá complementando lo que se venía haciendo para seguir siendo un actor internacional”, dijo Vallejo.
“Se deberá continuar la consolidación del trabajo con las Pyme, que han recibido un gran apoyo de la Cámara. También impulsar los programas de emprendimiento”.
Como quinto reto los expertos recordaron el discurso de Julián Domínguez, presidente de Confecámaras, para que las cámaras abran más espacio de articulación entre las compañías.
Domínguez había explicado que “un factor que genera mayor preocupación, es que el país tiene que profundizar su capacidad para asociarse y trabajar por lograr articularnos. Articulación es lo que agrega valor a cualquier actividad y permite que cosas pasen de manera eficiente. Si queremos que el país crezca entre un 6% y 7%, sin duda hay que enfocarnos en trabajar por las empresas y llegar con programas articulados”.
Sobre los proyectos que se deberían instaurar con el dinero que recaudan por la administración del registro público, que el año pasado le significaron a la entidad $220.307 millones, con un alza de 6,6%, Hernández explicó que se debería “hacer lo que hicieron en la Comunidad Europea, donde las cámaras de comercio están para prestar un servicio, y no solo para pagar otro impuesto. Es necesario que se renueven para que evolucionemos, porque todo lo que tenemos es más costos. Las cámaras de comercio en Europa tienen que generar sus ingresos y prestar servicios, y así han funcionado. Así que debe ser una oportunidad para reinventarnos y mirar cómo ser más competitivos”.
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