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Más aún cuando se conoce que su facturación anual supera, en conjunto, los $1,4 billones, y que su participación porcentual hace que sean tres grandes líderes del mercado. De acuerdo con información reportada a la Superintendencia de Sociedades en 2014, la líder en ingresos, teniendo en cuenta la facturación de todos los negocios en los que está, es Kimberly (Colombiana Kimberly Colpapel), que superó los $1,12 billones. Le sigue Carvajal Educación, con $241.963 millones; y Scribe tiene el tercer lugar, con ingresos por $63.830 millones.
“Es un fenómeno que se da en empresas con grandes facturaciones cuyos productos en el mercado son de alto volumen. Entre ellas mismas, en reuniones coloquiales como ha sucedido, acuerdan fijar precios, lo que es un proceso que realizan pese a que es difícil que entre las mismas compañías vigilen lo que las otras están haciendo”, comentó Pablo Márquez, abogado y exsuperintendente de Competencia de la SIC.
El mercado de cuadernos comprende tres categorías distintas: premium, intermedio y económico. En el primero de ellos, Carvajal Educación tiene 46,61% de intervención y Scribe, 40,45%. En el segmento intermedio, Carvajal cuenta con 26,96% y Scribe 19,06%; y en los cuadernos económicos, Carvajal tiene más de la mitad del nicho, con 52,38%, y Scribe representa 7,02%.
Frente a Kimberly, y según información de la Superintendencia de Industria y Comercio, durante el período 2001-2011, esta compañía colocó en el mercado colombiano 184,35 millones de cuadernos. Vale aclarar que desde 2001 y hasta agosto de 2011, el acuerdo fue sostenido entre Carvajal Educación y Kimberly; después de agosto de 2011, dado que esta compañía vendió su línea de cuadernos a Scribe, el cartel se desarrolló entre Carvajal Educación y Scribe.
Lo que queda ahora en el tintero es que en dos meses la Superintendencia de Industria y Comercio, en cabeza de Pablo Felipe Robledo, tome una decisión final frente al caso. “Lo que existe es un poder sancionatorio importante del Estado, que tienen las autoridades de competencia para desestimular la conformación de carteles empresariales en la economía”, señaló el Superintendente.
Dicha decisión se tomará luego de que las empresas que quieran hacer observaciones se manifiesten (tienen 20 días para hacerlo que corren desde la presentación del informe). Luego, se convocará al Consejo Asesor de Competencia, quien emitirá una recomendación final. “Ese tipo de situaciones afectan directamente la imagen de las organizaciones frente a sus grupos de interés. Dichos acontecimientos generan pérdidas específicas en valores financieros; y en lo que respecta al consumidor, este desacelera su compra”, indicó el especialista en mercadeo Santiago Roldán Zuluaga.
El Superintendente Delegado para la Protección de la Competencia, Jorge Enrique Sánchez, quien presentó el informe motivado del caso recientemente, hizo tres recomendaciones. La primera: declarar administrativamente responsable y sancionar a las tres empresas implicadas, cuya eventual multa podría ser de 100.000 salarios mínimos (más de $68.900 millones).
Aquí vale anotar que Kimberly y Scribe son compañías delatoras, por lo que podrían ser exoneradas del pago en su totalidad. “La delación es una estrategia para hacerle más fácil a la autoridad pertinente descubrir los carteles. Se llega a ella por indicios de la SIC de que el proceso se está descubriendo o porque que las empresas encuentran motivos para hacerlo”, dijo Márquez.
La segunda recomendación fue declarar administrativamente responsables y sancionar a 24 personas naturales; y la tercera, absolver a otras tres personas vinculadas.
¿Cómo funcionaba el cartel de los cuadernos?
Según los resultados de la investigación que presentó el Superintendente Delegado, las empresas realizaban reuniones periódicas en varias ciudades del país y también había comunicación directa entre los funcionarios de cada empresa, quienes se encargaban de poner en marcha los acuerdos mediante llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes de texto. El cartel, que afectó precios de cuadernos premium, intermedios y económicos, se originó en 2001 y, según la Delegatura respectiva, se mantuvo hasta principios de 2014.
Las opiniones
Pablo Márquez
Abogado y exsuperintendente de competencia
“Los carteles son un fenómeno que se da en empresas con grandes facturaciones, cuyos productos son de alto volumen”.
Pablo Felipe Robledo
Superintendente de Industria y Comercio
“Lo que existe es un poder sancionatorio importante de las autoridades para desestimular la conformación de carteles empresariales”.
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