Gremios piden reglas claras de juego para las empresas

Al frente de la nueva organización, Ángel está organizando una agenda para ampliar el número de asociado (54) y lograr integrar a la pequeña y mediana minería para mejorar la productividad del sector. El dirigente habló con Minas y Energía sobre estos temas.

¿Cuántas empresas lograron agremiar?
En este periodo de arranque, somos 54, pero nuestra esperanza es crecer. Hemos tenido una gran aceptación hasta ahora, así que seguramente estaremos creciendo grandemente en los próximos meses.

¿Cómo están distribuidas esas compañías?
Son 13 compañías grandes, unas 20 medianas y otras pequeñas con un gran potencial, porque este sector es el segundo renglón de la economía nacional.

¿Cuál es la agenda para comenzar con esa integración?
Tenemos que comenzar a ir a las regiones para contar lo que estamos haciendo, mediante una fuerte estrategia de comunicación. También estamos en la estructuración de un equipo que dé respuestas a esas necesidades de la minería como un todo, en distintos minerales.

Aunque la gran minería es la que más aporta, la mayor parte de los títulos está en la mediana y pequeña minería. ¿Cómo la van a fortalecer?
Y si ves más de cerca, hay muchas personas naturales con muchos títulos. También hay una gran cantidad de títulos que, si uno depura cuántos de esos son empresas, sería interesante para identificar los están enfocados en lo empresarial. Ojalá que con eso podamos generar encadenamientos y que haya más empleos.

¿Cuáles son los retos más inmediatos?
Hay que tener la casa organizada, porque nosotros tuvimos un boom muy grande, pero no estábamos listos. Luego nos pusimos a organizar la casa, pero el ciclo de precios no fue bueno. Ojalá que nos vuelva a llegar un buen ciclo de precios y estar listos para eso. También hay que crecer la minería, porque hace más de 20 años que en Colombia no se construye una nueva mina.

¿Qué es lo que le hace falta al sector, para organizar la casa?
Tener reglas de juego claras. Es importante que eso se entienda, porque este sector le paga $1,3 billones de regalías a la economía y, con eso, hay que preguntar cuántas familias se puede sacar de la pobreza. Y acá hay compañías que ya se lo están preguntando, porque se han puesto esas metas.

¿Se van a enfocar en el desarrollo de nuevos minerales?
Hemos encontrado grandes cualidades y fortalezas de todas las empresas y la cadena del sector, no solamente el carbón y el oro, sino en calizas, minerales industriales, esmeraldas, ladrilleras, cementeras, cobre y plata.

El sector es el que más aporta al país con $32 billones al año

Por los lados de la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP) también se respiran nuevos aires. Luego de 20 años al frente de la entidad, Alejandro Martínez dejó la presidencia de la ACP y, en su lugar, llegó Francisco José Lloreda, quien asumió su cargo hace un mes aproximadamente. Desde su nuevo puesto, Lloreda destaca cuáles son los retos que el sector debe asumir para no perder su participación en la economía nacional y volver al millón de barriles.

¿Cómo ve el panorama de las inversiones petroleras?
La industria ha estado y está lista para realizar las inversiones estimadas para adelantar sus presupuestos de producción y perforación. Infortunadamente, el grueso de esas inversiones están rezagadas y algunas vienen de rondas anteriores. Lo que la industria está pendiente es de superar los cuellos de botella que le dificulta adelantar la labor de exploración sísmica o de perforaciones de pozos.

¿Cuáles son esos cuellos de botella?
Dentro de la Asociación hay una convicción en cuanto a cuáles son los desafíos que se están enfrentando: incrementar las reservas, aumentar la producción, continuar mejorando la infraestructura de transporte y combatir la ilegalidad, que apreciamos relativas al contrabando.

¿Cómo ve el tema de las licencias ambientales que se están demorando?
La industria no espera que no exista rigurosidad en las licencias, pero considera que es factible optimizar los tiempos para las mismas, entendiendo que no es solo un tema de licencias sino un número de trámites, permisos y procesos que, de acuerdo con estimativos del Gobierno, pueden llegar a ser 30.

¿Cuál ha sido el efecto de esos cuellos de botella en las inversiones de las petroleras?
Las encuestas que la ACP realiza indican que alrededor de 70% del presupuesto no lo han logrado ejecutar en los tiempos que esperaban. Esto se debe a cuellos de botella, lo que no significa que no lo estén ejecutando. En lo corrido del año, en razón especial de los atentados, eso también ha significado diferir cinco millones de barriles.

¿Cree que las medidas del Gobierno han sido suficientes para detener la caída?
El plan de choque anunciado por el Gobierno es una gran noticia y es necesario para detener la caída de un sector que es el que más aporta a las cuentas corrientes de la Nación con $32 billones al año. Eso ayudará también a volver al millón de barriles. Sin embargo, ese es un plan de corto plazo y la industria está lista a acompañar en lo que corresponda; esas medidas deben ir acompañadas de un plan de mediano y largo plazo que nos permita el incremento de las reservas, sino, vamos a perder el año.

¿Qué hacer exactamente? ¿Cuál es la propuesta de la ACP para superar esos retos?
El gremio estima que el país requiere la perforación de alrededor de 230 pozos por año, en los próximos cinco años. En lo corrido del año van 75, lo que significa que debemos triplicarlo. Eso también implicará triplicar las inversiones.

¿Cree que vamos a volver al millón de barriles este año?
Ojalá, pero eso va a depender del plan de choque. Aunque yo veo mucho compromiso por parte del Gobierno y las empresas para lograrlo.