El Instituto Roosevelt invertirá $5.000 millones en lo corrido de este año

Con una historia que data desde 1942, y con el liderazgo de tres soñadores los doctores Juan Ruíz Mora y Álvaro Zea Hernández y Gustavo Paéz Quiñones, en 73 años de historia el Instituto Roosevelt ha logrado el reconocimiento médico e internacional por su aporte a la salud de los pacientes con deficiencias en temas ortopédicos.

En el primer Al Paredón del año Jorge Hernán Peláez entrevistó a José Ignacio Zapata, director general del Instituto para hablar de su expansión, de la reforma a la salud y los aportes que hace el instituto a la vida de los pacientes.

Con una inversión de $5.000 millones para mejoras en infraestructura, compra de tecnología médica y lograr la atención de 3.000 niños más, comienza este año la institución médica.

¿Cuáles son los planes del Instituto Roosevelt y cómo va este 2015?
Para este 2015 tenemos para el Instituto Roosevelt planes de expansión, mejor infraestructura, compra de tecnología médica con un valor cercano a los $5.000 millones, para atender alrededor de 3.000 niños más.

Instituto Roosevelt hizo una gran ceremonia el año pasado con la presencia del cantante Gilberto Santa Rosa y se recogieron una cantidad de fondos adicionales a la área de ustedes. ¿Cómo le fue con ese evento y cómo le fue en el cierre del año pasado, qué tipo de actividades tuvieron?

El concierto de Gilberto Santa Rosa fue todo un éxito, lleno total, conseguimos una buena cantidad de recursos y nos permite subsidiar 40% de las inversiones del 2015.

¿El Instituto Roosevelt ha pensado también, de alguna manera, en ir ampliando el servicio no solamente de cobertura, sino de otros servicios, cuéntenos cómo son esos planes de expansión?
Estamos considerando la alternativa de atender niños con cáncer hay mucha solicitud al respecto con esto y adicionalmente niños con enfermedades huérfanas en un mayor volumen que son raras que casi nadie trata en Colombia.

Tenemos un programa en este momento que esperamos en desarrollar con cerca 450 niños en los siguientes años.

El año pasado fue muy sonado el caso de la niña Camila con quien que el Ministro de Salud tuvo un enfrentamiento el tema de la tutela. Ustedes que han estado de cerca con casos dramáticos, con casos de personas que necesitan tratamientos de alto costo, ¿cómo ven en el sector salud y la necesaria reforma de la salud que todavía no se ha terminado de ajustar en el Congreso?
Es necesario que todos los actores seamos responsables, nosotros los ciudadanos y los pacientes, me refiero a hospitales a los aseguradores, a docentes de gobierno, porque la plata no alcanza, si realmente hay un tratamiento que no se pueda hacer en Colombia y si se considera y que vayan a otra parte, pero siempre y cuando la tecnología y el conocimiento no tenga ninguna justificación que se haga por fuera.

La tecnología y los médicos colombianos son muy buenos también eso dicen en otras partes del mundo, ¿somos de verdad de los mejores en algunas especialidades ?
Sin duda alguna, si uno mira los indicadores de los resultados de los hospitales en diferentes especialidades tenemos desenlaces por ejemplo en el Instituto Roosevelt, iguales o mejores a los demás hospitales del mundo.

¿Por qué no nos cuenta un poco más esa parte humana, esa parte de esas personas que usted ve salir adelante y finalmente eran casos que si no fuera por el Instituto Roosevelt no se fueran salvado?
Sí. El alcance de un hospital parece ser solo la salud, pero para Roosevelt es muy importante la inclusión social.

Eso incluye desde que están pequeños, garantizar que estén en el colegio y vayan a la escuela. Permitirles una capacitación ocasional que después los haga autosuficientes.

No solamente que estén aliviados, sino que sean personas que puedan trabajar en la sociedad, es una línea de trabajo que llevamos muchos años con el hospital en este momento hemos logrado reintegrar mas de 3.000 pacientes a la vida laboral.

Es muy satisfactorio ver en diferentes empresas productivas del país cómo nos escriben, lo buenos que son estos funcionarios, que son empleados eficientes, exitosos y buenos compañeros de trabajo.

Por último a todos los empresarios siempre les trasnocha algún proyecto que no han podido finalizar, algún sueño que han tenido alguno en remojo. ¿Cuál es el suyo, usted qué quisiera lograr con el Instituto Roosevelt que lo ha tenido en pausa y que no ha podido materializar?
Mi principal sueño es que nuestros pacientes sean cada vez más autosuficientes y capaces en sus propios medios y eso solo lograrán si el hospital es suficientemente crítico, en la atención y exitoso.