“Veo un futuro muy difícil si no se toman medidas para garantiza recursos a las IPS”

¿Como está La Misericordia?
Afortunadamente es una de las grandes instituciones, que después de 120 años se sigue manteniendo muy fuerte.

¿Cómo ha cambiado el sector de la salud con la Ley 100?
La Ley 100 le dio aire a la institución. Nosotros, siendo privados, vivíamos básicamente de los auxilios, aparecíamos en el presupuesto nacional y en el momento en que se crea una nueva constitución que suspende los auxilios, obviamente la institución se queda sin financiación. 

Incluso, recuerdo un veedor de la Nación que se instaló a raíz de la nueva constitución, quien nos dijo que no podíamos continuar de economía mixta, que teníamos que definir si podíamos sacar la institución adelante o si definitivamente había que entregarla al Estado.

Hoy somos 100% privados en recursos, pero en 1991, y antes de la Ley 100, realmente vivíamos de auxilios del Gobierno.

¿Cómo ve la situación de las EPS y del sistema en general?
Aún siendo una institución sólida financieramente, veo un futuro muy difícil si no se adoptan unas medidas que finalmente permitan un flujo de recursos para las IPS. Nosotros, las IPS, somos los que estamos poniendo el pecho y la cara, sencillamente porque los pacientes llegan a los servicios de urgencias y hay que obligatoriamente atenderlos, hayan pagado o no las EPS. La norma lo dice, y si uno es una empresa de salud, debe saber que prima la salud a los recursos financieros.

Sin embargo, de ‘aves Marías ajenas’ no vivimos, de tal manera que si no se adoptan políticas claras, en las que las EPS paguen los servicios prestados, yo veo esto muy complicado en un futuro no muy lejano.

¿Cuántos días se demora en promedio en pagar una EPS?
Depende de la EPS, pero en promedio son 270 días. A nosotros nos deben $75.000 millones, lamentablemente muchas instituciones han pasado dos y tres años sin pagarnos. Mire nomás, Saludcoop quedó debiendo $9.500 millones, ¿de dónde los puede sacar? Caprecom nos debe $3.500 millones, ¿de dónde los van a sacar? Y si uno mira los últimos años, van unos $18.000 millones con todas las EPS que se han venido quebrando y que por ende hemos tenido que asumir esa responsabilidad.

Están la superintendencia y el Ministerio de Salud, ¿pero tienen suficientes dientes?
Lo que pasa es que estamos en un medio que es muy nuevo, llevamos 20 años. Para nosotros la Ley 100 es un estado nuevo, que tiene muchas cosas bastante favorables. Nuestro sistema es uno de los mejores sistemas de salud, la gente se queja mucho pero si uno revisa otros sistemas de países desarrollados, no tienen el cubrimiento de Colombia.

Sin embargo, nos falta por parte de los entes reguladores como el Ministerio, que se cumplan los decretos. Estamos llenos de normas, pero si no se cumplen, se queda todo sobre el papel. La Superintendencia es un ente que viene reforzándose, pero debe ser un actor mucho más importante en el desarrollo de las actividades del sector.

¿Cuál es el problema más importante a resolver ?
Creo que la salud tiene muy buenos recursos, lo que pasa es que deben ser mucho más eficientes y deben llegar con oportunidad a los que prestamos servicios de salud. Al paciente no le puedo decir que venga en un año porque no me han pagado. 

Para eso tiene tres elementos fundamentales que aplicar: pagarle al talento humano, tener insumos suficientes y tener toda la tecnología que requiere para prestar una atención con calidad. Eso se hace con recursos y si no hay ese flujo, es imposible que pretendamos que las IPS garanticen su sostenibilidad.

¿Qué más falta para que esto fluya adecuadamente?
El ministro ha hecho muy buena labor, pero hay es que cambiar el sistema. Desde el punto de vista de la Fundación Hospital de la Misericordia, diría que tendríamos que tener dos tipos de legislación, una para instituciones de adultos y otra para pediátricas.

En Colombia se vienen cerrando las camas pediátricas  porque son más caras que las de un hospital general. Hoy, hospitales como el nuestro, que tienen más de 300 camas pediátricas, no nos da por ninguna parte; por el contrario, se calcula que se han cerrado más de 650 camas pediátricas y el efecto se nota en Bogotá. Tenemos la central de urgencias más grande del país, solo atendemos pediatría, tenemos 3.800 metros construidos y no ha sido suficiente, obviamente la demanda desbordó la oferta.

¿Cómo los afecta la reforma tributaria?
Es increíble que el sector salud tenga que asumir el sobrecosto que implica el IVA. Le pongo un ejemplo: acabo de comprar un equipo de $2.500 millones más IVA, que no tengo cómo transmitirlo en una facturación. No hay recursos suficientes dentro del sector para asumir el costo de un impuesto que no puede ser recuperado por las instituciones prestadoras y hoy en día tenemos insumos aplicándoles el IVA. Para nosotros es un impacto bastante duro, en 2015 la institución asumió más o menos $3.200 millones de IVA en tecnología que tuvo que adquirir para prestación de servicios, no tiene ninguna presentación.